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Un pregón prosaico y familiar para abrir la puerta a la Semana de Pasión

  • María Dolores Díaz evoca sus recuerdos y ensalza la labor de las seis hermandades de penitencia

El pregón de la Semana Santa de Aracena tuvo lugar ayer, tras la misa, en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en un domingo con un clima que los cofrades desean que sea al menos igual la semana que viene.

Un año más, expectación y ganas. Se dieron cita muchos cofrades, familia e invitados, curiosos, algunos miembros de la Corporación Municipal con su alcalde, Manuel Guerra, a la cabeza, y miembros del Consejo de Hermandades y Cofradías de Aracena, tanto hermandades de penitencia como de gloria, con los estandartes de las seis hermandades de penitencia en el altar mayor, presidido, como siempre, por las imágenes titulares de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

A las 12:22 empezaba a sonar por las naves de la catedral una marcha de Semana Santa, ya utilizada últimamente para abrir el pregón. Como siempre, acompañando a la pregonera María Dolores Díaz Sánchez, el cura párroco de Aracena, Longinos Abengózar Muñoz; el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, José Manuel Domínguez Alcaide, y la presentadora, Mari Carmen Hidalgo Guerra.

La presentadora hizo un mini pregón en sus palabras, reconocido por el aplauso de los presentes y públicamente por el cura. Presentación sencilla y bonita, con una tranquilidad pasmosa. Destacó que en 1976 se recuperan los pregones de Semana Santa de Aracena y que en 2008 tuvo lugar el primer pregón realizado por una mujer, siendo la de ayer la tercera en la historia cofrade aracenense. Incluso es la primera persona que es, a la vez, pregonera y Hermana Mayor de una hermandad de penitencia (de hecho es la única Hermana Mayor existente).

Pese a todo, la pregonera empezó diciendo que no le gustaría ser recordada por ser una mujer pregonera, aunque consciente que aún es noticia. Ya tenía la experiencia previa de ser también pregonera de la Divina Pastora de Aracena hace pocos años.

Mari Loli Díaz, como se la conoce cariñosamente en el pueblo, hizo un pregón con la estructura habitual; introducción, agradecimientos, menciones concretas (en este caso, al piñonate y a los costaleros) y el recorrido por cada una de las seis procesiones y respectivas hermandades de penitencia de Aracena; Borriquita, Cautivo, Vera Cruz, Nuestro Padre Jesús, Cristo de la Plaza y Santo Entierro.

Un pregón muy prosaico y con poco verso, reconociendo la pregonera que prefiere los números y la ciencia antes que las letras y humanidades. Unas palabras a cada hermandad sin priorizar y con equidad, aunque mostrando su corazón por lazos familiares hacia las hermandades de la Vera Cruz, Soledad (donde desde hace poco es su Hermana Mayor) y el Silencio o Cristo de la Plaza. De cada hermandad mencionó alguna referencia histórica de importancia, en especial de las más jóvenes; Borriquita y Cautivo, que lógicamente ha conocido y vivido, y sobre todo fue un pregón cercano donde se centró más en los recuerdos familiares en ésta época, que en la historia de la propia la Semana Santa.

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