DESPUÉS del espléndido Domingo de Ramos vivido en Ayamonte, cientos de fieles que se dieron cita en las calles, a la Real Hermandad de Jesús Cautivo, Cristo de la Buena Muerte y María Santísima del Rosario, cuya estación de penitencia partió desde el Templo de las Mercedes, coincidiendo con la caída de la tarde, para recorrer las principales calles del centro de la ciudad fronteriza hasta bien pasada la media noche.

La cofradía presentó su tradicional pasaje en tres pasos: el de Jesús Cautivo maniatado en solitario tras ser prendido; el de Jesús de la Buena Muerte en la Cruz; y el de palio de María, su Santísima Madre, en la advocación del Rosario.

La estación de penitencia se inició a las 20:30 y recorrió las calles Jovellanos, Huelva, Cristóbal Colón (casa hermandad), Convento de las Hermanas de la Cruz, José Pérez Barroso, Plaza de la Laguna, Angustias, Ainé Carbonell, Cervantes, Lusitania, Hermana Amparo, Juan de Zamora, Rodrigo de Xerez, Avenida de Andalucía, Plaza de la Coronación, Paseo de La Ribera, San Diego, Lusitania, Esquina de la Peña, Cristóbal Colón, Huelva, Felipe Hidalgo y Jovellanos, para entrar de nuevo en el templo después de la medianoche.

Ayamontinos, visitantes y numerosos ciudadanos del país vecino que tradicionalmente acuden a la Semana Santa fronteriza pudieron disfrutar un año más con las magníficas estampas que esta procesión dejó una vez más a su salida y entrada en el templo, así como a su paso por la calle Felipe Hidalgo, acompañada por sus nazarenos con túnica de sarga negra con botonadura blanca, antifaz del mismo tejido y color blanco con el escudo de la hermandad bordado en el pectoral. El hábito de los nazarenos se completa con ancho cinturón de esparto, medias y alpargatas negras, siendo la cartonera del antifaz de un metro de larga.

Los tres pasos de la Buena Muerte, como se conoce popularmente a esta hermandad, han procesionado con claveles rojos y acompañamiento musical de la Agrupación Musical Cristo de la Buena Muerte, en el caso de Jesús Cautivo, de cuyo paso es capataz Diego Fábregas, auxiliado por Aarón Rodríguez y Sergio Rivero.

El Cristo de la Buena Muerte, por su parte, también ha sido exornado con claveles rojos y acompañado musicalmente por la Banda de Cornetas y Tambores Cristo de la Expiración, de Huelva. Ha actuado como capataz José Antonio Barroso, auxiliado por Ángel Fábregas y Emilio Romero.

Finalmente el paso de palio de Nuestra Señora del Rosario ha sido exornado con claveles blancos, al tiempo que fue acompañada musicalmente por la Banda de Música Ciudad de Ayamonte, propiedad de la propia hermandad. El capataz ha sido Antonio Cabaco, que ha estado auxiliado por Juan Manuel Castellano, José Carlos Martín y José A. Romero.

La hermandad se fundó en 1971, realizando en 1972 por primera vez su estación de penitencia con dos pasos, uno de ellos con el Cristo de la Buena Muerte (que fue cedido y donado por la Hermandad del Mayor Dolor) y el de María Santísima del Rosario. El 10 de febrero de ese mismo año su Alteza Real el Príncipe de España, Don Juan Carlos de Borbón, acepta el nombramiento de Hermano Mayor Honorífico y Perpetuo de la Hermandad y el 7 de octubre, también de 1972, fueron nombradas camareras mayores de esta hermandad las Hermanas de la Cruz del Convento de Santa Clara de Ayamonte. El año siguiente fue bendecida la imagen de Jesús Cautivo, haciendo estación de penitencia por primera vez su imagen el Lunes Santo de ese mismo año y quedando así la hermandad ya completa con sus tres pasos actuales.

Jesús Cautivo es obra de Antonio León Ortega (1972), con paso de estilo neobarroco tallado por los artistas locales Sánchez y Garcés. El Cristo de la Buena Muerte es una obra anónima, tal vez de finales del siglo XVII. La imagen fue cedida a la hermandad por la Archicofradía del Santo Entierro de la Parroquia de las Angustias en 1971. El paso de estilo neobarroco lo talló y doró Francisco Domínguez en 1973. María Santísima del Rosario es obra de León Ortega (1971).