Javier Arenas, candidato del PP a la Presidencia de la Junta

"Es la primera vez en la que el cambio, además de necesario, es posible"

Javier Arenas encara ya la recta final de una campaña electoral en la que no ha renunciado ni un momento a desempeñar el rol de ganador que le vienen otorgando todas las encuestas desde hace meses. Por esa razón, la obsesión del candidato del PP a la Presidencia de la Junta de Andalucía ha sido siempre no equivocarse, no meterse en ningún charco y no decir una palabra más alta que la otra que pueda difuminar lo que él entiende que está haciendo su partido: una campaña en positivo hablando y pensando en Andalucía. No busca ganar, porque lo tiene casi garantizado. Busca una mayoría absoluta que él reitera hasta la saciedad que aún no está conseguida.

-Esta es su cuarta campaña como candidato del PP a la Presidencia de la Junta. Pero entiendo que tiene que ser bastante diferente a las otras, porque por primera vez todas las encuestas le sitúan como vencedor...

-Es totalmente distinta. Se nota mucho en la campaña que estas elecciones son cruciales, que es una campaña para un posible cambio de gobierno. Creo además que a esto se añade que hay un partido, el PP, centrado en el debate de Andalucía, y que el adversario, que es el PSOE, está centrando el debate en otras comunidades autónomas o en las gestiones del Gobierno de España, criticando al presidente más reformista de la historia de España, que es Mariano Rajoy. Pero desde luego es una campaña muy distinta y con más ilusión que nunca.

-Pues el PSOE ve muchas similitudes entre esta campaña y la de 1996, cuando también usted aparecía con opciones de victoria y sin embargo fue derrotado a última hora por Chaves.

-No hay ningún parecido entre ambas campañas. En 1996 el PSOE llevaba 14 años gobernando en Andalucía y hoy lleva 30 años; hoy tenemos el récord de paro de toda la Unión Europea y no sucedía así en 1996; y además de eso hoy hay una serie de abusos que no se conocían en las elecciones a las que usted se refiere. Y, además, entonces había un liderazgo muy sólido en el PSOE, el de Manuel Chaves, y hoy van a estas elecciones con un liderazgo mucho más artificial en la figura de su candidato. Es cierto que en 1996 algunas encuestas nos decían que podíamos ser la primera fuerza política, pero ninguna nos acercaba a una mayoría de gobierno, porque había una IU muy potente. Y otra diferencia: nunca antes el PP había ganado unas elecciones en Andalucía. Y a estos comicios acudimos con nuestras victorias en las municipales y también en las últimas generales. Por lo tanto, es la primera vez en la que el cambio, además de necesario, es posible.

-¿Puede decirse que estas elecciones son las del ahora o nunca para el PP de Andalucía?

-En democracia nunca es ahora o nunca. En democracia es ahora o en la siguiente. Hace poco una dirigente del PSOE afirmó que era matemáticamente imposible que el PP ganara las elecciones en Andalucía. Yo no comparto esas afirmaciones tan antidemocráticas.

-Está haciendo usted una campaña en positivo, pero también está recurriendo con bastante asiduidad a los ERE irregulares. Sin duda es una herramienta que al PP le ha venido muy bien, ¿no?

-Hombre, yo creo que el PSOE no va a perder las elecciones, si las pierde, por el asunto de los ERE. Hoy un 70% de los andaluces opinan que ha llegado la hora del cambio, pero antes de que se conociera el asunto de los ERE ya había un 60% de los andaluces que opinaban así. El cambio se va a producir porque son 30 años, porque se ha mentido mucho sobre la crisis, porque no hay un liderazgo que inspire confianza en el PSOE... Pero, dicho eso, el asunto de los ERE está presente en esta campaña porque se cometió un error extraordinario negando diez comisiones de investigación en el Parlamento y negándose a asumir responsabilidades políticas. Y pretender ocultar un asunto que, según la Justicia, puede rondar en mal gasto de dinero público los 1.000 millones de euros, es algo que nadie puede entender, que nadie puede aceptar y que ha supuesto un error extraordinario del actual presidente de la Junta que tan vinculado estaba a este asunto de los ERE.

-¿Cuántos dirigentes más cree usted que acabarán entre rejas?

-Yo siempre he respetado profundamente la actuación de la Justicia. La he respetado tanto cuando era una decisión que coincidía con mis planteamientos como cuando no coincidía. Y en este caso también hay que ser profundamente respetuosos con la investigación judicial. Yo sí me comprometo a contribuir desde la Presidencia de la Junta de Andalucía a que se sepa toda la verdad de los ERE. Y no lo hago con un afán revanchista, ni con ningún tipo de rencor, sino porque creo que los gobernantes nos tenemos que conciliar con los ciudadanos a través de la verdad. Pero en mi modesta opinión la responsabilidad política alcanza a dos presidentes de la Junta de Andalucía y a varios consejeros de los últimos gobiernos.

-¿Retomará por tanto esa pretensión suya de constituir una comisión de investigación en el Parlamento andaluz sobre el caso de los ERE?

-Sobre este asunto tengo cuatro ideas claras: no quiero que algo similar se vuelva a producir, y en consecuencia no habrá un euro que se gaste sin la firma de un funcionario; no me niego en absoluto a que haya una comisión de investigación en el Parlamento; mi obligación será intentar recuperar el dinero que se ha dilapidado; y pretendo destinar íntegramente el dinero que recuperemos a un Fondo de Defensa Social para las familias que no tienen ingresos, y que se consensuará con las organizaciones no gubernamentales y con los ayuntamientos. Pero haya o no haya comisión de investigación, sí creo que sería bueno que en el Parlamento comparecieran los interventores del asunto de los ERE, esos que hacían los informes diciendo que el procedimiento era completamente ilegal.

-Si no hubiera mayoría absoluta del PP, ¿está usted convencido al cien por cien de que habrá pacto de gobierno entre PSOE e IU?

-Estoy totalmente convencido de que no hay un escenario posible aparte de una mayoría suficiente de gobierno del PP o de un pacto estable de gobierno entre PSOE e IU, como ha pasado en los últimos años en los ayuntamientos de Jaén, Córdoba o Sevilla.

-Y si esta segunda hipótesis se confirmara, ¿supondría el final de su etapa activa en la política andaluza?

-Yo hasta el día 25 sólo pienso en la ilusión, en que las urnas se llenen de cambio, de esperanza. Y no es momento de plantearme esa hipótesis que usted me plantea. Además, como uno hace todos los días desde hace muchos años 300 kilómetros diarios, no puedo por un momento pensar que la ilusión y la pasión no van a poder convertir en realidad el único sueño que me queda y que es que Andalucía sea la primera de España y la primera de Europa.

-El PP persigue en Andalucía la mayoría absoluta, aunque es un término que usted no está empleando en campaña. Prefiere hablar de mayoría "suficiente" o "de gobierno". ¿Cuál es su mensaje para esos ciudadanos a los que el término mayoría absoluta les causa repulsión?

-Vamos a ver, la primera consecuencia de una mayoría absoluta del PP, si la conseguimos, es que yo me comprometeré a ejercer el Gobierno como si no la tuviera, porque creo que nuestra autonomía nació cargada de consenso, se ha vaciado de ello por la revancha y la prepotencia y tenemos que volverla a llenar de acuerdos. Por eso estoy bañándome en humildad y en la Andalucía real todos los días de la campaña.

-Si es usted presidente y el déficit fuera más alto del que usted prevé, ¿teme que tenga que adoptar medidas de recorte que a priori no piensa llevar a cabo?

-Mire, a mí me han impedido hacer esta campaña conociendo las cuentas de la Junta de Andalucía. El PSOE y Griñán se han negado a que en el Parlamento se constituyera una comisión de cuentas claras para conocer el estado real de la Junta. Tengo claro que habrá que hacer sacrificios importantes, pero desde luego ninguno de ellos irá por una subida de impuestos porque Andalucía es la comunidad en la que más impuestos se paga de España. Me gustaría eliminar más impuestos, pero no puedo asegurarlo. Sí me he comprometido públicamente a eliminar en estos cuatro años el impuesto de sucesiones y donaciones. Además tengo una apuesta muy decidida por las reformas y no por los recortes. No podemos bajar ni un euro en el presupuesto de educación, porque somos la comunidad que menos invierte de España en esta materia y estaríamos poniendo en riesgo el empleo del futuro, ni podemos bajar el presupuesto en sanidad, porque tenemos la mitad de hospitales en Cataluña pese a tener un millón de habitantes más y los profesionales peor pagados, y desde luego sería indigno reducir la partida de asuntos sociales. La pasada legislatura sí se han hecho esos recortes porque se han suprimido más de 6.000 millones de euros en educación, sanidad y asuntos sociales. Y para no ir en ningún caso a reducir los derechos básicos hay que hacer reformas profundas en la gestión y en la administración de los fondos públicos y en este sentido he propuesto un pacto de Toledo a la andaluza vinculado a un pacto sociosanitario a nivel nacional para que garanticemos la financiación, sobre todo, de la sanidad española.

-¿Cómo piensa reducir 1.000 millones de euros en gasto corriente en un solo año? Parece a priori una cifra demasiado alta...

-Nosotros tenemos muy dibujadas las 60 ó 70 líneas de ahorro que imprimiremos en nuestra comunidad. Creo que se puede ahorrar mucho sin tocar derechos básicos. El margen de ahorro del gasto corriente en Andalucía es infinitamente superior al que se da en otras comunidades autónomas. Yo he hablado de 1.000 millones de euros de ahorro, pero Griñán ha hablado de reducir el gasto corriente en 2.500 millones. Lo curioso es que en los últimos cuatro años se han gastado más de 3.800 millones con respecto a lo presupuestado.

-¿Por qué no ha citado a Griñán en casi toda la campaña? ¿Es una manera de despreciarlo, de ningunearlo?

-No cito a Griñán por respeto a los andaluces, que quieren que les diga lo que yo voy a hacer si soy presidente y no entienden que sus dirigentes se dediquen a insultar al adversario todos los días y a decir lo obvio, que es que se ha hecho una mala gestión.

-De esas descalificaciones la que más llamó la atención fue la del ex presidente de la Junta, Rafael Escuredo. ¿De verdad que no le molestaron? Porque insultó a todos los votantes del PP.

-Yo me he sentido difamado en esta campaña, me he sentido insultado en los últimos ocho años en Andalucía y a partir de ahí uno sabe que tiene que construirse una coraza para que esas descalificaciones no te alteren tu conducta propositiva. Nosotros estamos haciendo una campaña vinculada a las propuestas porque queremos ganar las elecciones porque concitemos la ilusión de los andaluces y no solamente porque el PSOE lo haya hecho tan mal estos últimos años. Y en cuanto a Escuredo, siempre, en público y en privado, he respetado su figura. Le sigo respetando, pero sus declaraciones fueron una desagradable sorpresa. Vengan de donde vengan, los insultos contra los votantes de cualquier formación política no favorecen en absoluto la concordia en política. Y las dificultades actuales requieren de muchísima concordia. He dicho siempre que habría que intentar compaginar la libertad de la Constitución de 1812 con la concordia de la de 1978. Y me consta que los insultos así como así tienen un rechazo muy importante en la mayoría de los ciudadanos, y especialmente en tiempos de crisis en los que los ciudadanos demandan de sus responsables públicos capacidad para el acuerdo.

-¿Teme una radicalización de los sindicatos en el caso de que se convierta en presidente de la Junta? Porque me imagino que le escocería que los responsables regionales de CCOO y UGT se fotografiaran junto a Griñán en un acto de campaña del PSOE, ¿no?

-Respeto mucho a los sindicatos y una de mis primeras llamadas si soy presidente será a las organizaciones sindicales. Creo que los sindicatos son necesarios en la sociedad y creo que de la crisis no salimos solos sino que tenemos que salir todos juntos. A partir de ahí creo que en la foto a la que usted se refiere el que sobraba era Griñán, porque es quien nos ha llevado al récord de paro de toda la Unión Europea y restaba mucha credibilidad a esa foto. Aspiro y deseo que haya un sindicalismo independiente, autónomo. Lo contrario no será positivo.

-¿Sacará usted todos los trapos sucios de la Junta de Andalucía si es investido presidente o sólo los que le convengan?

-No tengo la intención de sacar trapos sucios. En mi forma de ser no existe ni el rencor ni el resentimiento y simplemente voy a decirle a los andaluces la verdad, porque estoy convencido de que sin contar la verdad no vamos a salir de la crisis. La verdad es la principal reforma económica para ganarle al paro. Y mi obligación será decirle a los andaluces cómo es la Andalucía que recibimos después de 30 años de gobiernos socialistas. Pero eso se hará sin juicios de valor y sin calificaciones.

-¿Cuándo cree usted que podremos ver el final de la crisis?

-Si lo supiera sería adivino o premio Nobel de Economía. Es muy difícil poner una fecha aproximada. Pero tengo la impresión de que con el ritmo de las reformas que está aplicando el Gobierno de Rajoy y las que queremos aplicar nosotros en Andalucía, con la confianza que se está recuperando en los mercados y en la Unión Europea y con la confianza que se está recuperando también en la propia sociedad, antes de que acabe 2012 se verán signos positivos en la evolución del consumo y de las inversiones.

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