La Cuenca Hidrográfica del Guadiana, en su demarcación Tinto-Odiel-Piedras, ha procedido al cierre de los primeros pozos emplazados dentro del perímetro regable del Plan Especial de los Regadíos de la Corona Norte de Doñana. Al igual que la Cuenca del Guadalquivir (CHG) está haciendo lo propio en el perímetro más oriental del Condado, su hermana andaluza prosigue con estos cierres que mitigan la presión sobre los acuíferos que alimentan al Parque Nacional de Doñana y su entorno.

Con este objetivo el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, visitó ayer Lucena del Puerto para presenciar esta clausura que se materializa una vez "se tiene garantizada agua pública en superficie para los regantes, ya que el compromiso del Gobierno de la Junta de Andalucía es mantener una actividad que repercute en el desarrollo económico del Condado de Huelva y, al mismo tiempo, garantizar la salud de los acuíferos que surten de agua a parte de Doñana".

La primera fase de esta operación abarca 41 pozos que abastecen una superficie de 200 hectáreas. Los beneficios medioambientales serán inmediatos pues se dejará de extraer del subsuelo 900.000 metros cúbicos anuales, lo que llevará aparejado una mejora sustancial del acuífero, muy castigado en el último lustro por el incremento desbocado e incontrolado de la superficie de riego y por la antesala de lo que parece ser una sequía. La Junta insistió en que el Plan Especial "sienta las bases para la ordenación, el control y seguimiento de las extracciones, con el objetivo prioritario de reducir la presión sobre las masas de aguas subterráneas para no afecten a los ecosistemas asociados a las mismas".

Fiscal llegó a Lucena con una buena noticia bajo el brazo después de que la Plataforma en Defensa de los Regadíos del Condado culpase a la Junta de Andalucía de eliminar parcelas que "desde hace décadas han recibido autorizaciones de riego, subvenciones y ayudas para proyectos de regadío y producción de berries, e incluso han abonado el pago por canon agrícola". En consecuencia, entienden que mediante los hechos consumados se les ha autorizado e incluso alentado a plantar.

En el otro lado de la cuerda se encuentra WWF que, si bien alabó los pasos que tanto la CHG como su homónima del Guadiana dan para cumplir con el Plan de los Regadíos, emplazó a las administraciones a dar los pasos necesarios para que se materialice "la foto en la que se cierran pozos de aquellas fincas ilegales" que se asientan en suelo forestal o, en su defecto, entraron en producción a posteriori de la entrada en vigor del Plan de Ordenación Territorial del Ámbito de Doñana, que ponía techo al riego en la comarcal. El responsable de aguas de la organización conservacionista, Felipe Fuentelsaz, destacó que "es importante premiar con el agua superficial a estos agricultores que han sido escrupulosos con el cumplimiento de la ley y que puedan disponer de agua para mantener la producción agrícola, si bien ve necesario trabajar "en la parte menos gratificante del trabajo, que es desmantelar el riego de aquellos al margen de la ley".

Fuentelsaz destacó que tanto Lucena del Puerto como Moguer han ganado mucho con el plan, pero no se puede mirar para otro lado frente aquellas superficies ilegales. Por esta razón, recordó que tanto los alcaldes como los secretarios municipales disponen de documentación de aquellas hectáreas que están fuera del marco de la ley, por lo que podrían prevaricar si no actúan una vez tienen notificación fehaciente de los mismo. El objetivo es evitar casos como El Avispero.