El PSOE ha primado la posibilidad de recuperar la Alcaldía de Granada tras trece años frente a la carrera política del ya ex diputado provincial Mariano Lorente, que ayer renunció voluntariamente a su cargo para "facilitar" el cambio de gobierno en la capital. Después de casi dos semanas aguantando la presión de Ciudadanos, Lorente dio un paso al atrás para evitar una posible abstención de la formación naranja en el pleno de investidura, que se celebra mañana.

Se va por su cuenta y, según aseveró, sin que nadie del partido haya interferido en su decisión, aunque el gesto torcido que reflejaban las caras de los socialistas de la Diputación granadina evidenciaban que la dimisión de Lorente ha sido un sacrificio político en toda regla. "Considero injusta la condición de Ciudadanos, pero no voy a ser un obstáculo para mantener en el gobierno municipal a quienes están bajo sospecha por una supuesta trama de corrupción", sentenció.

Hace cuatro meses que C's exigió la dimisión de Lorente por estar investigado judicialmente en un caso de supuestas contrataciones irregulares durante su etapa como alcalde Iznalloz, un asunto que regresó a la opinión pública cuando se desató la crisis de gobierno en el Ayuntamiento de Granada. Tanto Lorente como el PSOE han asegurado todo este tiempo que no se puede comparar su caso con el que atañe a la capital.