Buen ambiente y ganas de Carnaval en la final del Falla. Este año era más larga, al participar 15 agrupaciones. El público, como en los últimos años, había conseguido las entradas por sorteo.

Sin embargo, apenas hubo políticos e invitados famosos, debido a la polémica por el uso del palco municipal del Teatro Falla. Dos grupos de la oposición, PSOE y Ciudadanos, decidieron no asistir a la final, como protesta por la actitud del alcalde, José María González, de Podemos, en el último Pleno cuando se debatió el cambio del protocolo. El PP, aunque calificó al alcalde de "demagogo", por boca de su edil Vicente Sánchez, decidió asistir. Kichi estuvo en el palco disfrazado con el tipo de Los mendas lerendas. Otros ediles se disfrazaron, entre ellos el primer teniente de alcalde, Martín Vila (IU), que iba de Papa. Sobre esta polémica, el alcalde había criticado al PSOE: "Han vivido 20 años aplastados por el PP y no decían nada. Y ahora, cuando le quitan los privilegios, ponen el grito en el cielo". Incluso criticó que no asistiera el alcalde socialista de Chiclana, José María Román, para ver a la chirigota Los sereníssimos.

Al margen de la bronca política, la final comenzó con Coroterapia, el coro de Nandi Migueles. Tras la presentación, el primer tango es emotivo, con piropo a Cádiz y sus dos hijas. El segundo, más polémico, empieza recordando sus devociones religiosas para después defender que se quiten los crucifijos de los despachos públicos. Cuplés irregulares, mejor el primero dedicado al Crui, con buen estribillo. En el popurrí, la coroterapia nos deja el sabor más clásico del coro.

Tras ellos cantó la chirigota Los que vienen de marea. Tuvo una actuación muy lucida el grupo de El Sheriff, con esa alegría contagiosa que transmite. Pusieron en pie al público con su primer pasodoble, dedicado a María la Hierbabuena, "la reina del teatro". El segundo trató sobre los niños enganchados a Internet. A buen nivel en los cuplés, sobre todo el primero en el que Kichi quería parar el desahucio de unos polizones. Interpretaron con mucha gracia el popurrí.

El cuarteto Este año salimos de milagro puso en escena una mezcla de anteriores parodias, en la que destacaron los personajes del Enrollao, el monaguillo árbitro y la niña poseída Juana la Loca. En los cuplés se corea su estribillo con doble sentido: "No veo ateo, no veo a Teo".

Siguió la comparsa Los cobardes, de Antonio Martínez Ares. Desde que cantan lo de "Hombre cobarde no conquista a una mujer bonita" en la presentación son premiados con gritos de "campeones". Cantaron un primer pasodoble polémico sobre la independencia de Cataluña en el que establecen un paralelismo con Andalucía. El segundo, en línea sensible, es un bonito recorrido por el Cádiz antiguo que se ha perdido. Cuplés de trámite, para rematar con un popurrí en el que confirman que iban a por todas.

Ya de madrugada, siguió la final, cuya terminación estaba prevista para las siete, aproximadamente. Y después, la hora de la verdad con los premios.