Algunos empleados de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz se quejaron ayer de nuevo por el olor a hachís y a marihuana que inundaba el edificio, ubicado junto a las Puertas de Tierra de la capital gaditana. Como en otras ocasiones, fuentes de la Subdelegación ni confirmaron ni desmintieron que hubiese un olor llamativo y molesto en la sede de ese organismo y, por tanto, tampoco ofrecieron explicación alguna acerca de su procedencia.

Ignacio Heras, representante de USO en la Junta de Personal de la Administración General del Estado en Cádiz, dijo ayer que recibió quejas de algunos trabajadores de la Subdelegación del Gobierno y explicó que el olor, que ha provocado molestias a algunas personas, procede de los cargamentos de hachís y marihuana incautados en operaciones policiales y almacenados en el sótano del edificio en espera de ser incinerados.

Las quejas por el olor de los cargamentos se remontan años atrás. Heras señaló que el problema fue denunciado ante el antiguo Comité de Seguridad y Salud, pero que no hubo respuesta oficial alguna. El Gobierno contesta con el silencio a cualquier pregunta o denuncia relacionada con este asunto.

En enero de 2013 comenzaron las obras de acondicionamiento de la antigua cámara acorazada del edificio que ocupa la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, que fue sede del Banco de España en la capital gaditana hasta diciembre de 2004.

En septiembre de 2012, unos ladrones se llevaron 300 kilos de cocaína del almacén que tenía entonces en Cádiz la Subdelegación del Gobierno. En busca de un lugar más seguro, el Gobierno optó por acondicionar el sótano de la sede de la Subdelegación para guardar la droga.