Andalucía

"Una noche me la encontré con el burka y di una cojetá"

  • Conmoción entre los vecinos por la detención de "una chica buena y muy trabajadora"

"Una noche me la encontré vestida con esa ropa árabe, toda de negro, y pegué una cojetá que no veas. Me impactó. Sólo se le veían los ojos". El testimonio de uno de los jóvenes que se apostaban ayer en las inmediaciones del domicilio de M.A.C.M. durante su registro revela que, si bien su detención causó incredulidad y estupor entre la mayoría de los almonteños, no fue así entre algunos de los vecinos que la conocían, que subrayaron que la joven había experimentado un proceso de radicalización en los últimos meses.

"Antes vestía de estilo gótico, siempre de negro, pero esto es diferente. En los últimos meses se le ha visto por el pueblo vistiendo con el burka, toda tapada, y dicen que últimamente se había echado un novio árabe", asegura una de las vecinas de un pueblo de honda devoción cristiana y fervor religioso por la fe que profesan a la Virgen del Rocío, su Patrona.

Su conversión al Islam, pero, sobre todo, su rauda metamorfosis sí sorprendió, en cambio, a numerosos almonteños que aún no comprenden la decisión de la joven, perteneciente a una familia de origen humilde, "completamente normal", con una situación de estabilidad pese a que sus padres se divorciaron hace unos años, y que no tiene vinculación alguna con la religión musulmana.

"Nos hemos quedado de piedra. Es una buena chica y muy trabajadora. No nos esperábamos que hiciera algo así. Decían que últimamente vestía raro, como una mora, pero yo la he visto ir a trabajar vestida tan normal. Ella y su hermano trabajan en el hotel Flamero, donde su madre, que es muy apreciada, es gobernanta" asegura una de las vecinas reunidas en uno de los portales próximos al hogar de la detenida, si bien otra puntualiza que en los últimos meses la relación entre ambas se había deteriorado coincidiendo con la radicalización islamista de la hija, lo que provocó, incluso, "que se pelearan y que ella decidiese irse a vivir a otro sitio del pueblo aunque luego regresó".

El arresto de M.A.C.M. causó especial conmoción en el hotel Flamero, donde trabajaba desde hace años. Uno de sus empleados y compañero de la joven almonteña la considera una persona "tímida y reservada", lo que no hacía presagiar el severo proceso de transformación que desembocó en su detención ayer y en su puesta a disposición judicial hoy.

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