Andalucía

Susana Díaz ve en Podemos un riesgo que puede socavar la democracia

  • La presidenta de la Junta sostiene que "puede sonar bien la música" aunque alerta de "la letra", y rechaza el pacto y las disculpas de Rajoy sobre la corrupción: "La gente quiere hechos".

La intervención de la presidenta andaluza, Susana Díaz, ayer en Madrid se convirtió en toda una andanada contra Podemos, partido sobre el que alertó de su "cesarismo", de sonar a "otra etapa de la historia, afortunadamente superada" por su negativa a definirse bajo el esquema derecha e izquierda y, en definitiva, de constituir un riesgo para el sistema democrático. Aunque, eso sí, reconoce sus causas, "un cóctel explosivo de paro, desigualdad y desempleo". "Entiendo que suena bien la música, pero hay que leer atentamente la letra, a ver si no supone una quiebra del país", indicó la presidenta ante un desayuno convocado por Europa Press en un hotel madrileño y que reunió a medio millar de personas. La corrupción y su consecuencia en el sistema de partidos, incluido, claro está el PSOE, se convirtió en el eje central de este encuentro, a pesar de que, cuando Díaz, lo preparó hace semanas, el asunto iba a ser otro bien distinto: el de Cataluña, importante pero venido a menos desde que el president Artur Mas sustituyó el 9-N por un sucedáneo de lo que iba a ser un referéndum independentista.

El momento es tan grave, a juicio de la presidenta, casi trágico, que recurrió a una de las frases que Adolfo Suárez pronunció en el discurso televisado donde anunció su dimisión como presidente del Gobierno, a escasas semanas del intento de golpe de Estado del 23-F. "Dijo -se refirió al ex presidente- que no podíamos permitir que la democracia fuera un paréntesis en la Historia de España. No lo permitamos nosotros ahora, no permitamos que socaven los pilares de nuestras instituciones democráticas y no se ponga en cuestión este techo que nos cobija a todos y que es nuestra propia democracia". Y es que, a pesar de las discrepancias, Susana Díaz, como el resto del PSOE e, incluso, del PP, coincide con Podemos en el diagnóstico, aunque difieren en el tratamiento.

"La gente ya no cree en la palabra de los políticos", llegó a asegurar la presidenta. "La gente -aseguró en otra ocasión- ya no quiere pactos ni disculpas (…) lo que necesita son hechos, combatir la corrupción en todos los frentes, y eso significa hacerlo cueste lo que cueste", insistió Susana Díaz, mientras a pocos metros de donde ella estaba, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy le afeaba al líder socialista Pedro Sánchez que su partido no hubiera tomado medidas contra los ex presidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán a causa de los ERE. "¿Pero qué pasa en el caso de los ERE? ¿Qué Susana Díaz no le deja o no las quiere tomar?", se preguntó el presidente del Gobierno con esta alusión personal muy distinta del Rajoy templado que conocemos. Díaz solicitó al presidente un pacto contra la corrupción nada más llegar al cargo hace un año, ya no lo desea. "Ni me contestó", se excusó.

Hace un año también, la presidenta intervino en un desayuno informativo similar en Madrid para explicar. Más insegura que ayer, pero con el olfato fino para marcar sus distancias respecto a la dirección del PSOE federal, mantuvo que España había caído en la triple crisis: económica, política y territorial. "Estamos peor", sentenció. Sin embargo, Susana Díaz mantuvo que hay dos hechos que no puede compartir con aquéllos que sostienen que el sistema hay que cambiarlo de raíz. En primer lugar, la presidenta es tributaria de la Constitución de 1978, considera que ha procurado el mayor período de convivencia entre los españoles aunque necesite una reforma. Y segundo: los casos de corrupción afloran, los responsables son procesados y van a prisión porque el "sistema funciona". "España tiene arreglo", dijo y su solución es que gobierne el PSOE, como única "alternativa de izquierdas". Europa Press no planteó en esta ocasión ninguna pregunta sobre el caso de los ERE, aunque Susana Díaz apuntó que gran parte del problema de la corrupción se solucionaría con una mayor transparencia. Puso como ejemplo la ley que se ha aprobado en Andalucía y la publicación, en la web, de todas las actas de los consejos de viceconsejeros (los consejillos) de la Junta desde 2001, una petición procesal de la juez Mercedes Alaya que la presidenta ha decidido extender a todos los ciudadanos a través de internet. "Se debe conocer todo", incluso, "la ayuda al club de petanca del último pueblo".

Entre los asistentes a la conferencia estaba el segundo de Pedro Sánchez en la Ejecutiva federal, César Luena, ya que el líder del partido se encontraba en esos momentos debatiendo con Rajoy en el Congreso. La presidenta fue interrogada bajo diversas fórmulas por su relación con Sánchez en un intento de subrayar cuáles son sus diferencias, aunque se remitió a lo sabido: la discrepancia se centran en materia de comunicación. Sin embargo, a la pregunta de preferiría a Rajoy o Pablo Iglesias, el líder de Podemos, al frente del país, la presidenta contestó: "Al PSOE". No citó a su secretario general, Pedro Sánchez, y es que Díaz tiene bien interiorizado de que éste tendrá que presentarse y ganar unas primarias sobre las que ella sostiene que será neutral. "Hay que ser sensatos, lleva sólo tres meses, yo deseo que a Pedro las cosas le vayan bien, yo lo voy a apoyar", afirmó un tanto fría, aunque, como apuntó, "entre mis virtudes o mis defectos, no se encuentra precisamente la frialdad".

A esa hora, Sánchez se encontraba en el Congreso. Sí envío a su número dos, César Luena, a quien le acompañaron algunos miembros de la Ejecutiva, caso de Carme Chacón y Patxi López, además de algunos históricos del PSOE, como José Bono y Manuel Chaves.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios