Según el cristal con el que se mire, los continuos discursos negativos sobre los efectos de la crisis se van cubriendo poco a poco de cierto tinte optimista. Los anuncios de nuevas obras, programas, ayudas y proyectos empiezan a ocupar los discursos, aunque todavía hay muchas familias, recortes y derechos perdidos por conquistar.

Pero parece que está habiendo un cambio de tendencia. Al menos así lo aseguró ayer en Granada el director territorial del Banco Santander en Andalucía, Alberto Delgado, quien aseguró que hay un "claro cambio de tendencia" en la economía española y que ha llegado el momento de gestionar "la parte emocional de la crisis con confianza".

En este sentido, Delgado apostó por acercarse más a la ciudadanía y apoyar con políticas decididas a empresas, por ejemplo, para la creación de empleo y mejora de la facturación. Porque, según aseguró, "España y Andalucía han dejado de ser el centro de la crisis", por lo que insistió en la colaboración de todos para seguir por este camino.

Una consigna que valoró la consejera de Salud, María José Sánchez, quien no obstante aseguró que todavía hay mucha distancia entre la recuperación que pueden estar notando los bancos y la realidad de las familias, "a las que tarda en llegar". De hecho, el dato de familias con problemas económicos en Andalucía es alarmante: una de cada cinco personas vive en riesgo de pobreza. Por eso, Sánchez aseguró que "mientras llegan las mejoras de la economía, hay que actuar en los pilares del Estado de Bienestar" para que "no se resienta la gente".

De hecho, la consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales puso en duda que los recortes y medidas impuestas por el Gobierno en asuntos como los sanitarios hayan sido "para reducir el gasto o por un planteamiento ideológico". "No han aportado ahorro pero sí han afectado a la población", denunció Sánchez Rubio, quien animó a empresarios, representantes públicos y políticos a seguir trabajando por el territorio para intentar salir de esta situación y mejorar la vida de las familias. Todo con 3.500 millones menos de presupuesto en Andalucía desde 2009 a 2012.

Sánchez Rubio destacó el trabajo de la Junta con el decreto de Inclusión, que favorece la integración laboral de las personas con menos recursos, un plan en el que colaboran el 99% de los municipios andaluces. "Sin los ayuntamientos el trabajo es muy difícil", reconoció la consejera.

Porque el empleo es la gran preocupación de la actualidad. Sólo en el sistema público, España ha perdido en estos años más de 97.000 puestos de trabajo. Según Sánchez Rubio, Andalucía "lo ha mantenido al máximo" y sólo se ha perdido, según el dato aportado ayer por la consejera, el 0,5% de empleo: "Hay que sentar las bases para seguir invirtiendo y el compromiso de la Junta es continuar con la extensión de derechos".