Durante 2013, 7.550 personas lograron atravesar la frontera sur de Europa para alcanzar las costas de Ceuta, Melilla, Canarias, Baleares o del litoral andaluz. Las llegadas a suelo español se incrementaron un 7,39% con respecto a 2012 (6.692 personas fueron interceptadas por entrada irregular en nuestro país) y, sin embargo, estas cifras están muy lejos del pico alcanzado en 2008, cuando 15.572 personas pisaron de manera irregular por primera vez España y por tanto Europa. Un dato éste que rebate la "histérica campaña del Gobierno", que tilda la llegada de inmigrantes de "avalancha, invasión o situación crítica", según el Informe Derechos Humanos en la Frontera Sur 2014 elaborado por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), un documento motivado especialmente a partir de los sucesos del 6 de febrero en el Tarajal donde murieron 15 inmigrantes que trataban de llegar desde Marruecos a la orilla española de la playa ceutí. Sobre este asunto, Rafael Lara -autor del informe junto a Carlos Arce, coordinadores del área de solidaridad internacional y de inmigración del colectivo, respectivamente- aclara que la APDHA se ha personado en el procedimiento penal abierto en Ceuta.

El objetivo del informe es "poner de relieve que estos hechos no son un caso aislado, sino que son consecuencia de dos décadas de procedimientos políticos, jurídicos y policiales de control de fronteras en Ceuta y Melilla", así como que las "devoluciones en caliente" en connivencia con la gendarmería marroquí son una práctica habitual en las fronteras, explicaron ayer Lara y Arce, durante la presentación de este documento en Sevilla.

Con respecto al salto a la valla de estas dos ciudades autonómas -una frontera que se comenzó a blindar en 1995 y culminó en el 2000, construídas con dinero del Fondo Europeo para el Desarrollo Regional-, la APDHA indica que "sólo" supone un 15,75% del total de entradas irregulares y ha sufrido tan sólo "un pequeño incremento" en relación a los datos registrados en 2012. Por el contrario, según los datos que maneja esta organización, se ha producido un claro incremento de las personas que pasan a Ceuta y Melilla por los pasos habilitados (un 8,16% del total) y corresponde fundamentalmente a "los ciudadanos de origen sirio y argelino que pasan camuflados entre las miles de personas que trasiegan diariamente" por los pasos fronterizos de la ciudades españoles en el Norte de África.

Las entradas en Ceuta y Melilla han pasado de 2.861 personas en 2012 a 4.354 personas en 2013 (un 52,2% más), según los datos que se desprenden del documento, cifras que, con todo, "no son alarmantes ni escandalosas", pese a lo que quiere "hacer creer el Gobierno central", toda vez que APDHA afirma que "los flujos migratorios son perfectamente asumibles si se ponen en marcha otras políticas migratorias y de fronteras".

Frente al ruido mediático sobre la valla, la APDHA pone el foco en el "incremento muy considerable" de la llegada de inmigrantes en balsas de juguete, sobre todo en la provincia de Cádiz pero también a Ceuta, "mientras ha descendido el uso de las grandes pateras; con el correlativo descenso del papel de las mafias". Por contra, la llegada de embarcaciones a Granada y Almería ha descendido por la dificultada de cruzar el mar de Alborán.

Éstos son datos parciales, pues "buena parte de los subsaharianos son interceptados por Marruecos y Argelia" que "han incrementado su papel de gendarmes de las fronteras europeas". Y otros miles de personas pierden la vida en su intento de llegar a la otra orilla del mundo.