La vigilancia del Gobierno central con los proyectos de las autoridades de Gibraltar para aumentar su superficie se amplía a diario. Si el lanzamiento al mar de bloques de hormigón para la construcción de un arrecife artificial provocó el inicio del conflicto diplomático entre España y Reino Unido, ahora la entrada de camiones por la frontera con materiales destinados al proyecto de un nuevo espigón en una zona donde está previsto levantar un complejo inmobiliario en terreno ganado al mar se ha convertido en un nuevo foco de preocupación.

El Ministerio de Interior prohibió el martes el paso de camiones de arena tras la denuncia de los ecologistas de Verdemar de que, además, esa arena procede de la duna del espacio protegido de Valdevaqueros. Ayer los responsables del Gobierno añadieron que la Guardia Civil también se mantendrá "atenta" al paso de camiones con piedras y rocas que irían destinados al espigón, indicó el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre. La orden de Interior no incluye piedras de escollera, sólo arena, gravilla y cemento. Aduanas precisó ayer que impide la entrada de camiones con áridos (arena y gravilla) desde el 30 de julio. Además, la Guardia Civil investiga la denuncia de los ecologistas sobre la venta de arena a Gibraltar.

La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, otra novedad: Gibraltar puede haber lanzado bloques de hormigón al mar en lugares distintos al que está actualmente inhabilitado y en el que sumergió hasta 70 bloques.

Esta última denuncia la presentó ante Salvamento Marítimo un barco perteneciente a la Cofradía de Pescadores de Algeciras, que tuvo que ser remolcado tras quedar sus redes enganchadas "con algo" que, sospechan, pueden ser nuevos bloques de hormigón.

La entrada de camiones en Gibraltar con piedras y rocas es un hecho. El presidente de la asociación Verdemar-Ecologistas en Acción, Antonio Muñoz, indicó ayer a Europa Press que "cada día" crece un poco más la acumulación de arena y piedras en esta zona e insistió ayer en que siguen pasando camiones "con piedras y rocas". Muñoz consideró que hasta que no exista una denuncia del Gobierno español al respecto "no se puede limitar el libre comercio de mercancías", así que entendió que los camiones con materiales "seguirán pasando".

El Gobierno por el momento se mantendrá "atento". Más avanzada está la denuncia sobre la arena. En declaraciones a los periodistas en Algeciras, el subdelegado del Gobierno en Cádiz aseguró que la Guardia Civil está "actuando" a instancias de la Fiscalía, y aseguró que conocían los hechos denunciados hace "unas semanas", por lo que se inició una investigación al respecto.

De Torre defendió la medida de prohibir la exportación de arena para el relleno de playas en el Peñón basándose en un "posible delito medioambiental", e incidió en que estas medidas se toman "desde la legalidad más escrupulosa". "También estamos atentos a la entrada de rocas", señaló De Torre a preguntas de los periodistas.

El representante del Gobierno anunció que los pescadores de Algeciras y La Línea de la Concepción podrán faenar en dos nuevos caladeros de la Bahía, de forma "paliativa", hasta que sean retirados los bloques de hormigón lanzados al mar por Gibraltar que les impide la pesca. Estos dos nuevos caladeros se situarán en el fondeadero que existe a poniente del Muelle de La Alcaidesa, para lo que habrá que "despejar" primero a las embarcaciones allí fondeadas, principalmente veleros, y el segundo en la playa de Levante.

El Gobierno añadió que con esta habilitación no se va a renunciar a la petición de que Gibraltar retire los bloques de hormigón que han causado "un grave daño medioambiental al caladero".