Mar de Salas. Candidata de Equo por Granada

"Los grandes partidos nos copian las ideas, pero no las desarrollan"

  • La ecologista destaca el salto cualitativo que ha dado su formación y se lo imagina como llave de la gobernabilidad.

Tiene sólo 26 años y debuta en el mundo electoral. Canaria de nacimiento y granadina de adopción, lleva años predicando con el ejemplo, trabajando en una empresa de productos naturales. No le terminaban de convencer los partidos  ecologistas porque "se centraban sólo en lo verde" y descuidaban otros aspectos importantes como reclamar la democracia participativa. Por eso cuando nació Equo lo vio claro: era su partido.

-Equo cae simpático y para muchos vendría a ser como su segundo partido, pero al final no cogen su papeleta por aquello del voto útil.  ¿Cómo corregir esa tendencia?

-Eso ocurre porque se creen que nuestras propuestas no son viables y deben darse cuenta de que sí lo son, que son alternativas reales para conseguir más empleo, para salir de la crisis... Deben mirar el ejemplo de Alemania, donde los verdes ya están gobernando. Nos tienen que ver como algo viable y deshacerse de la idea del bipartidismo y del voto útil. No es cierto que sólo haya dos opciones.

-¿ Nota que ese cambio empieza a producirse, que Equo se percibe como un partido útil?

-Creo que desde que se creó Equo se ve que es algo más serio, más que cuatro personas que defienden el medio ambiente. Tenemos un programa muy completo, proponemos alternativas y ofrecemos políticas muy desarrolladas, muy reales.

-Después de tantos años ejerciendo de 'Pepito Grillo' han conseguido algunos frutos. Por ejemplo, que los grandes partidos adopten como suyas propuestas que los ecologistas llevan defendiendo muchos años.

-La verdad es que ahora hay cierta conciencia ambiental, se ve el cambio climático como algo que está ahí, y existe la idea de que hay que cambiar, apostar por el desarrollo sostenible, por la economía verde, que además crearía 800.000 puestos de trabajo. Eso, unido a esa moda de que lo verde vende, ha hecho que los grandes partidos nos hayan copiado ideas. Pero no las interiorizan. Cuando tienen que desarrollarlas es cuando empiezan a fallar.

-Advierto  un cambio respecto a anteriores campañas: su programa tiene más contenido político, aunque no se olvida el componente medioambiental. Por ejemplo, demandan la creación de un banco público andaluz. ¿Es otra señal de su crecimiento como partido?

-Claro. Lo bueno ahora de Equo es que no sólo es medioambiental. Demanda la democracia participativa y real, garantizar la equidad social y  los derechos sociales, la educación, la sanidad. A lo mejor en los antiguos partidos verdes eso fallaba más. Ahora la política medioambiental engloba muchas cosas más y hemos tomado contacto con colectivos sociales, de agricultores... Todo es mucho más amplio.  

-También se sumarán, supongo, a la petición de una nueva Ley Electoral. Porque la actual no les ha favorecido precisamente.

-Estamos reclamando sustituir la Ley D'Hont por la Ley Hare, en la que se elimina la barrera del 3% que lo único que hace es favorecer a los grandes partidos. Es necesario cambiar para que haya una auténtica pluralidad política en el Parlamento, que sea una cámara que represente a todos los ciudadanos. En las generales logramos más de 350.000 votos y sólo un diputado.

-Por suerte para ustedes, ahora sí existen otros canales alternativos para difundir su mensaje y no tienen que conformarse con el escaso espacio que los medios públicos dan a los partidos minoritarios.

-Es una ventaja. La juventud cree mucho en el proyecto y se está volcando en las redes sociales. Tenemos muchos seguidores que nos ayudan un montón. Equo ha planteado esta campaña  en la calle, con la gente, y además una cibercampaña, para dar a conocer por las redes todas nuestras propuestas.

-Pongamos que logran algún diputado y que sean  la llave de la gobernabilidad. ¿Qué precio le ponen?

-Nosotros estamos convencidos de que no vamos a hacer un acuerdo con nadie para que nos den las migajas. No vamos a ayudar a los partidos tradicionales a conseguir el gobierno y que nos manejen. Queremos que se ejecute nuestro programa, no nos dejaremos comprar.

 -En Órgiva tuvieron la llave y no quisieron pactar con nadie.

-Efectivamente. Nos abstuvimos para no tomar partido. Nos intentaron convencer pero quisimos ser muy coherentes con nuestro programa. 

-A lo mejor allí les ofrecieron alguna concejalía y podría ser que en la Junta les ofrecieran una consejería. ¿Eso sería negociable?

-La consejería no es un precio si nos la dan para mantenernos callados. Podríamos aceptar una consejería si es una herramienta para hacer cosas, para llevar nuestras ideas a cabo.

-¿Llegado el caso sería más fácil entenderse con el PSOE?

-Con las milongas de Arenas sobre las energías renovables no creo que la economía verde tenga futuro en Andalucía.Habla de hacer de esta comunidad el destino del turismo residencial y eso es rescatar el ladrillo, la fiesta del turismo del sol, que es pan para hoy y hambre para mañana. La burbuja inmobiliaria se ha visto que no funciona y hay que apostar por otro turismo, porque el deterioro ambiental, además, es importante. Debemos  mantener y proteger nuestro patrimonio, ese es el camino.

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