Elecciones Andalucía

Una duchita de masas en Olvera

  • La apuesta por el mundo rural y por el campo marca la visita del líder del PP a su pueblo natal, donde se reencuentra emocionado con familiares y amigos de la infancia y con su Virgen de los Remedios.

La imagen no fue captada por ninguna cámara, ni de televisión, ni de fotografía. Pero fue ayer. A eso de las 13:30, Javier Arenas se plantaba ante la Patrona de Olvera, Nuestra Señora de los Remedios, y por espacio de un par de minutos se quedó allí, solo, en silencio. Quizás se limitó a pedir porque la salud no se aleje ni de él, ni de los suyos; o quizás imploró por que el cambio andaluz que propugna termine cristalizando a partir del domingo; o quizás se quedó allí, pensativo, simplemente para rememorar sus años de infancia en esta localidad de la Sierra de Cádiz. 

 

Cierto es que el candidato del PP a la Junta no se dio ayer un baño de masas en Olvera. Su equipo colaborador, o quizás él mismo, optaron por que su visita de todas la campañas fuera en un espacio y con un aforo bastante reducido. Fue acaso un manguerazo, una duchita de masas lo que se llevó Arenas, aunque ello no impidió que se emocionara abrazando, besando y saludando a familiares y amigos que en un número inferior al centenar se acercaron a verle y escucharle.

 

El lugar elegido fue la cooperativa Nuestra Señora de los Remedios, dedicada a la producción y comercialización de aceite, con más de medio siglo de antigüedad y con unos 4.500 cooperativistas. En este enclave Arenas quiso mostrar su apoyo a las cooperativas, como generadoras de empleo, y al mundo rural en general, anunciando incluso su intención de aprobar un estatuto del mundo rural para evitar la despoblación progresiva de la Andalucía del interior y, de paso, fomentar el relevo generacional en la agricultura.

 

Pero, queriendo o sin querer, Arenas aportó infinidad de detalles sobre las huellas que más le marcaron durante el transcurrir de su infancia en esta localidad. Quizás no fuera baladí, ya que la tarde anterior el consejero de Gobernación y Justicia de la Junta, el también olvereño Francisco Menacho, había puesto en duda la vinculación de Arenas con esta población. Para contrarrestarlo, Arenas evitó referirse al dirigente socialista "porque jamás he hablado o hablaré mal de alguien de Olvera", pero recordó a sus familiares, habló de sus profesores en el colegio, rememoró sus años como defensa central en el equipo juvenil del CD Olvera e incluso le dijo a su amigo Pepe "oye, que tengo una foto tuya de cuando jugábamos al baloncesto".

 

Pero sus miradas al pasado se quedaron ahí. Tanto en Olvera como en Huelva, donde participó por la tarde en un mitin junto a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el candidato del PP dijo que buscaba la victoria electoral "pensando en nuestros hijos y nietos antes que en nuestros antepasados", añadiendo asimismo que no gobernará con rencor hacia el PSOE "porque no lo he mamado". Y pidió el voto para un Gobierno del cambio "que recortará en todo menos en educación, sanidad y servicios sociales".

 

Tras dos días en los que su pueblo ha sido eje de la política andaluza, el alcalde de Olvera, Fernando Fernández (IU), se toma con naturalidad las visitas primero de Griñán y de Menacho y luego de Arenas: "Me es indiferente porque es habitual en campaña. A Arenas no le he visto jamás por el pueblo en los cinco años que llevo de alcalde, y a Olvera le ha servido de muy poco tener un consejero porque las visitas y aportaciones de la Junta han sido nulas".

 

Habrá que esperar unos días para ver si se produce en Olvera el baño de masas que Arenas no se dio ayer. Porque ya ha dicho que si el domingo gana con mayoría absoluta volverá el martes o el miércoles a su pueblo. 

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