Elecciones Andalucía

La campaña del 'y tú más'

  • La campaña electoral corresponde a los novenos comicios regionales y a una de las pocas ocasiones en la que no se ha desarrollado conjuntamente con la de otras convocatorias electorales.

La campaña electoral para las elecciones autonómicas que se celebran este domingo, de las que saldrán elegidos los 109 parlamentarios que conformarán el Parlamento de Andalucía, corresponde a los novenos comicios regionales y a una de las pocas ocasiones en la que no se ha desarrollado conjuntamente con la de otras convocatorias electorales. Lo que no ha impedido que, por las circunstancias políticas generales de España, se hayan abordado de forma prioritaria temas de contenido nacional, relegando a un segundo plano las cuestiones esencialmente andaluzas. De hecho, los principales partidos en liza, PP y PSOE han centrado buena parte de sus mensajes en acusar al contrario de ser los responsables de promover las políticas que están poniendo en peligro el llamado Estado del Bienestar. La provincia de Málaga no ha sido ajena a esta tendencia generalizada y los cabezas de lista de las citadas formaciones, Esperanza Oña y Luciano Alonso, no han cesado durante estos 15 días de cruzarse acusaciones sobre la responsabilidad por la enorme tasa de desempleo, en Málaga supera el 30%, sobre las bondades y efectos negativos de la reforma laboral promovida por el Gobierno de Rajoy, de la paralización de los servicios sociales que impulsa la Ley de Dependencia, del estado actual de la Educación y de la Sanidad, sin obviar la sombra de las privatizaciones, al tiempo que han hecho de las acusaciones de corrupción, en las filas de unos y otros, una letanía diaria. Lo que ha convertido la campaña en un permanente y tú más.

La campaña de Málaga, por su número de población, que le otorga en esta convocatoria la elección de 17 diputados, uno más que en 2008, se convierte en un territorio de alto interés estratégico para las distintas fuerzas políticas. También destaca que el número de listas presentadas es de 19, frente a las 11 de las anteriores elecciones regionales. Lo que provoca una mayor atención de los diferentes partidos al desarrollo de la misma, aunque en esta ocasión la actividad electoral se ha centrado, esencialmente, en la técnica del oreja a oreja, del contacto selectivo con grupos de profesionales, sectoriales o unidos por intereses comunes. Se han puesto de moda los llamados micromítines y se ha huido de las tradicionales concentraciones de masas, aunque sí se han celebrado algunas de ellas, como el mitin que organizó el PP en la capital malagueña, protagonizado por Mariano Rajoy y Javier Arenas; el acto central de la campaña de Izquierda Unida, con la presencia de Cayo Lara y Diego Valderas, celebrado en el Palacio de Ferias de Málaga; o el que tuvo por escenario un hotel de Málaga, que contó con la presencia  del socialista José Antonio Griñán, acompañado por Luciano Alonso, dedicado al Turismo, como eje central.

Como siempre el bipartidismo ha imperado en esta quincena previa a la cita con las urnas, pero otras fuerzas han hecho lo imposible para sacar cabeza y hacer ver a los electores que existen alternativas a las de los grandes partidos. Es el caso de Izquierda Unida, que aspira a doblar su presencia en Sevilla, y que ha hecho una campaña muy pegada al terreno y que ha invitado a sumarse al proyecto que pone muy bien de relieve su eslogan de campaña, ¡Rebélate! Los andalucistas del PA han intentado demostrar que, después de una larga travesía del desierto, están dispuestos a jugar el papel que creen que debe tener una fuerza nacionalista. Y también los partidos emergentes, como es el caso de UPyD y Equo, han mostrado su interés en Málaga desplazando hasta aquí a sus líderes nacionales, Rosa Díez, en dos ocasiones, y Juan López de Uralde, respectivamente.

Como era de esperar, la crisis económica también ha proyectado su sombra de forma permanente sobre la campaña electoral, ya que la falta de financiación ha obligado a los partidos a no formalizar compromisos relacionados con grandes proyectos y, por otra parte, esta circunstancia ha servido de motivo también para la polémica, centrada en temas como el corredor ferroviario, el definitivo saneamiento integral o incluso el futuro del Campamento Benítez. Traer la sede de la Consejería de Turismo o el Tribunal de Cuentas a Málaga son promesas de Javier Arenas, pero sin mucho énfasis. La situación de las arcas públicas ha llevado también a presentar a los ciudadanos propuestas imaginativas, que en algunos casos se han considerado auténticas cortinas de humo, como el futuro del Museo de Málaga en el rehabilitado Palacio de la Aduana, una de las polémicas que han dado más que hablar y escribir en esta tediosa campaña electoral.

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