Elecciones Andalucía

La campaña de la Huelva-Cádiz, los recortes y la reforma

  • Escasas propuestas para la provincia en quince días salpicados de temas nacionales y micro actos en los pueblos.

ANDALUCÍA esperaba desde el año 1990 para tener una campaña electoral propia, independiente de otras convocatorias  que empañasen el debate de los asuntos particulares de la comunidad autónoma, y por ende, de sus provincias. Llegó el momento, pero la campaña que ayer se cerraba se ha visto fagocitada por debates nacionales en lugar de ser una suerte de brainstorming andaluz. Reforma, recortes, copago y corrupción han trufado los discursos de los partidos, que ni han elaborado programas provinciales (o al menos no están disponibles para el público) ni prácticamente nombran a Huelva en sus documentos andaluces. Los 15 días de campaña han alumbrado por tanto pocas ideas para la provincia y en clave local sólo perdurará en el recuerdo la insistencia popular en la Huelva-Cádiz, la propuesta socialista del evento Huelva 2017 y la batalla por la Cuenca Minera que tan buenos resultados le dio al PP en los anteriores comicios.

La promesa de la autovía entre Huelva y Cádiz abría de hecho de forma oficiosa la campaña electoral en un acto convocado por el PP unos días antes del inicio oficial. Los populares han convertido este proyecto en su bandera en Huelva y hay que reconocer su habilidad para auparlo como trending topic de la campaña; actos públicos, recogida de firmas, promesas reiteradas allá donde van... El propio candidato del PP, Javier Arenas, ha comprometido públicamente en innumerables ocasiones la ejecución de la obra si alcanza la Presidencia de la Junta; lo viene repitiendo desde las elecciones municipales. Y por si quedaban dudas, el broche a la campaña también lo ponía ayer el proyecto de carretera rechazado por el PSOE, que se ha situado a la contra alimentando la idea de que "destrozaría" Doñana.

La segunda bandera popular también viene de lejos; la reapertura de la mina de Riotinto. En las municipales ese trabajo en el Andévalo dio réditos al PP en forma de las alcaldías de Riotinto y Valverde; para las autonómicas han seguido sembrando con continuas críticas al retraso del inicio de una actividad que generaría, aseguran, 1.200 empleos. Con un grupo de mineros acampados en la Corta Atalaya, el PSOE se ha lanzado en esta ocasión a la reconquista con continuas declaraciones sobre la próxima apertura de la mina, reuniones con otros grupos mineros y la presentación de una propuesta concreta para la Cuenca: la creación de un fondo de capital semilla nutrido por las compañías mineras para la tan traída y llevada diversificación empresarial. Todo por el voto del corazón socialista de la provincia.

Aunque la propuesta estrella del PSOE para la provincia (así la denominan ellos mismos) no es ninguna obra, infraestructura o iniciativa empresarial concreta, sino una Exposición Internacional Iberoamericana en 2017, para conmemorar el 525 aniversario del Descubrimiento de América. Un evento en el que se enmarcarían desde la apertura del prometido Museo de Arte Iberoamericano hasta competiciones deportivas, pasando por la Cumbre de jefes de estado pendiente desde 1999.

A partir de ahí, el debate ha trascendido lo local para enfangarse en los recortes en educación, sanidad y servicios sociales, que unos niegan y otros amenazan, o la reforma laboral, con un ineludible papel protagonista en el discurso del PSOE. Los socialistas e IU (que tuvo incluso su propia pancarta) acudieron a la manifestación del pasado 11 de marzo para acabar reivindicando un voto de castigo a la norma aprobada por los populares. Jornadas, notas de prensa y declaraciones han adobado el malestar de los trabajadores de forma previa a la huelga general del próximo día 29. En el otro lado, los empresarios también han entrado en campaña de mano de la reforma, defendiéndola (y reivindicando de paso la Huelva-Cádiz) en un acto con el PSOE. Ya se veía venir por el camino marcado por la patronal andaluza, que no dudaba en llamar a la "regeneración política" hace unas semanas. Y mientras, el PP seguía la senda marcada por su líder; no meterse en charcos ni polémicas y machacar sus propuestas.

Poco más han dado de sí los 15 días de pequeños actos, que han incorporado la palabra micromitin al argot político de forma definitiva. Atrás quedan los grandes eventos, los autobuses llenos de simpatizantes de todos los pueblos de la provincia. Huelva sólo ha acogido dos de estos actos, en un supermartes onubense: el mitin popular en el que dos ministras, Soraya Sáenz de Santamaría y Fátima Báñez, apoyaron al candidato a la Presidencia, Javier Arenas, y el coloquio con colectivos en el que el socialista José Antonio Griñán llenó de mesas el polideportivo Las Américas. El tercero sería el cierre de campaña que el candidato de IU, Diego Valderas, protagonizó ayer junto al líder federal de IU, Cayo Lara.

Así, populares y socialistas se han esparcido por la provincia en repartos de propaganda electoral (hasta 11.000 voluntarios asegura haber movido el PSOE), reuniones con diferentes colectivos, foros sectoriales y pequeños mítines en los pueblos. En cifras, como le gusta resumir a los partidos, 1.000 actos en el lado socialista y 6.000 kilómetros en el popular.

Con un Gobierno central sumido en una vorágine reformista y un PSOE que acaba de cerrar un duro enfrentamiento por la Secretaría general del partido, la aparición de pesos pesados en la provincia tampoco ha sido tan relevante en la campaña que se cerró ayer como en periodos anteriores. A los nombres mencionados sólo cabe sumarles los del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba y Cayo Lara. Rubalcaba se dejó ver con uno de los principales valedores andaluces de Carme Chacón, Mario Jiménez, pero tanto hubiera valido que el mitin fuese en Almería; no enumeró ni una sola propuesta para Huelva. La misma anomalía se dio con el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, en sus dos actos principales en la provincia.

El resultado se verá mañana en una cifra de participación que se prevé baja por el desencanto del electorado y también por su cansancio: será la tercera convocatoria electoral en 10 meses.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios