Málaga

Reproches y pocas propuestas en el único cara a cara entre Oña y Alonso

  • Los candidatos por Málaga de los dos grandes partidos al Parlamento andaluz recurrieron al ataque para defender sus respectivos argumentos en el debate electoral que protagonizaron ayer

Fue la primera y única vez que los candidatos por Málaga de los dos grandes partidos al Parlamento andaluz, la popular Esperanza Oña y el socialista Luciano Alonso, se sentaban en esta campaña frente a frente para debatir y poner sobre la mesa las propuestas con las que concurrirán a las próximas elecciones autonómicas del 25 de marzo. El debate estuvo falto de medidas y cargado de los ya habituales reproches que se lanzan desde hace semanas los dos partidos. Oña a Alonso sobre la corrupción y el paro como la huella que ha dejado el PSOE en Andalucía, y Alonso a Oña sobre los recortes en los servicios básicos y la reforma laboral que tienen el sello del PP.

El encuentro de ambos candidatos fue cordial desde el principio. Dos besos en la mejilla fue el saludo que dio paso a una animosa charla previa en la que los dos reconocieron tener problemas en la garganta, Oña una afonía que arrastra casi desde el principio de la campaña y Alonso un resfriado reciente que achaca a los constantes cambios de temperatura, y "estar hechos una penita". Pero si los estudios de la Cadena Ser donde tuvo lugar el debate entre los dos adversarios políticos hubieran sido el ring de un combate de boxeo, se podría asegurar que la candidata popular consiguió arrinconar contra una esquina del cuadrilátero casi desde el principio a Alonso que intentó defenderse con fallidos golpes al aire que no pudieron finalmente impedir la victoria de Oña.

Agua del tiempo y caramelos para aclarar la voz fue lo que pidieron ambos candidatos antes de enfrascarse en el debate político, que estuvo dividido en cuatro bloques (paro y economía, servicios esenciales, administración autonómica y propuestas y compromisos con la provincia). Tras echarlo a suertes, a la candidata popular le tocó comenzar el primer asalto en el que aprovechó para culpar al PSOE de que en Andalucía haya "más parados que en la franja de Gaza" con 500.000 parados más que hace cuatro años cuando los socialistas ganaron los últimos comicios. Pero Alonso buscó el refugio en la controvertida reforma laboral aprobada recientemente por el Gobierno de Mariano Rajoy para eludir contestar a la acusación de la candidata popular sobre las elevadas cifras de desempleo y calificó la medida como "la más dura y drástica de la democracia  que está sirviendo para destruir 5.000 empleos diarios".

Oña entró al trapo y acusó a su adversario político de "insultar la inteligencia de los ciudadanos" porque, aseguró, que la reforma se hace "para acabar con el paro que su partido ha creado y ahora salís a combatirlo de la mano de unos sindicatos que han estado callados ocho años". La candidata popular volvió a atacar cuando Alonso tachó al PP de defender la "cultura del dinero al pretender salir de esta crisis reduciendo el déficit", a lo que Oña le replicó que "no puedes venir ahora a dar lecciones de cómo crear empleo cuando habéis cogido el dinero del fondo de reptiles para repartirlo entre los afines del partido", en alusión al caso de los expedientes de regulación de empleo en el que están implicados varios ex cargos de la Junta de Andalucía.

El contraataque del candidato socialista -al que Oña le reprochó en varias ocasiones que no se dirigiera a ella por su nombre- se desvió del debate autonómico y se centró en la trama del caso Gürtel destapada en Valencia para defender que su partido "sí expulsa a los que cometen corrupción y no los dejamos paseando por ahí como habéis hecho vosotros con el alcalde de Alhaurín el Grande". Los reproches entre ambos fueron más allá, ya que mientras Alonso se empeñó en insistir en que si el PP gana habrá recortes en sanidad o en educación "como están haciendo en las comunidades donde gobiernan", la candidata popular le recriminó que "ya basta de la política del miedo y del engaño que practica el PSOE porque no vamos a privatizar ni la sanidad ni la educación mientras que vosotros habéis privatizado hasta la lotería nacional".

Sin embargo, Alonso dijo sentirse "muy orgulloso" de que su partido haya sido el que ha hecho de la provincia "la Málaga del Museo Picasso, del puerto y del nuevo aeropuerto". Y de nuevo Oña al ataque para recriminarle que también el partido de "los ERE, del enchufismo y de los 20.000 alumnos estudiando en aulas prefabricadas". Los dos se comprometieron a que si su partido gana apostarán por la provincia de Málaga y los proyectos que aún tiene pendientes y a la hora de pedir el voto Oña dijo que es la hora del cambio, mientras que Alonso el "único cambio que habrá en Andalucía el día 25 es el de la hora".

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