Elecciones Andalucía

El PSOE mantiene el bastión onubense

  • Los socialistas ganan en votos pero se dejan en el camino 38.000 papeletas y un escaño · El PP pierde apoyos respecto a 2008 a pesar de la subida en zonas clave · IU amarra el acta de Diego Valderas.

NI los ERE, ni el paro, ni la Huelva-Cádiz y la mina de Riotinto reiterados una y otra vez por el PP han podido con el PSOE de forma definitiva. Frente a los augurios de todas las encuestas, los socialistas mantenían ayer su bastión onubense a pesar de los embates de un PP que ya se veía ganador. El resultado final ha sido el reparto de diputados esperado (5 PSOE, 5 PP y 1 IU) pero con victoria socialista en lugar de popular y con un Diego Valderas como verdadero ganador, más llave de gobierno que nunca al frente de un grupo parlamentario de 12 diputados.

El PSOE onubense logró situar a Huelva entre las tres provincias andaluzas que apoyaron a José Antonio Griñán, pero se dejó un buen puñado de votos y, sobre todo, un escaño en el camino. Casi 38.000 papeletas menos recolectaron los socialistas, que se repartieron entre la fuerte abstención registrada en la provincia (casi un 40%) y la urna de Izquierda Unida, que logró aumentar en 5.000 sus apoyos. Frente a lo ocurrido en las elecciones generales del pasado noviembre, cuando hubo un voto de castigo que repartió papeletas también al PP, el votante socialista prefirió expresar su descontento quedándose en casa. Pero la falta de participación (y probablemente la subida de UPyD) también castigó al PP: los populares lograron 4.000 votos menos que en 2008, en lugar de incrementar su número tal y como esperaban. Y si se comparan los resultados con las elecciones generales, el resultado es bastante más dramático para los de la gaviota: 25.000 apoyos menos el 25-M que el 20-N. Cumplieron su parte en el mapa electoral marcado desde la sevillana calle San Fernando, logrando el diputado, y protagonizaron un recorte de 12 puntos de diferencia con el PSOE, pero se quedaron a más distancia de los socialistas que lo esperado en las encuestas, casi 5 puntos.

El vuelco iniciado hacia el PP hace diez meses se estanca con un resultado de 101.642 votos para el PSOE (su cifra más baja desde 1994) y 90.510 para los populares. Un acercamiento que se queda lejos de las cifras logradas el 22-M, cuando los ciudadanos decidieron castigar a los alcaldes socialistas por la política desarrollada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Con un paro desbocado y una situación económica que empeoraba, los ayuntamientos fueron los primeros en sentir el golpe del electorado: el PP se hacía con ayuntamientos señeros para el PSOE como Valverde, Riotinto o Almonte. Pese a ello, los socialistas mantuvieron el cetro sobrepasando en 1.600 votos a los populares. El segundo golpe de castigo se lo llevaba el ex ministro Pérez Rubalcaba el 20 de noviembre: con 79.900 personas buscando empleo en Huelva y los mercados acosando a España, el PSOE quedó en peor posición incluso que la prevista en las encuestas. El PP remontó 24 puntos y logró su primera victoria electoral en la provincia de Huelva, que no obstante, se mantenía entre las provincias españolas con más apoyo al puño y la rosa.

Ese corazón socialista salía a relucir ayer de nuevo en los colegios electorales. Las encuestas sí acertaron en algo: hay más simpatía por el PSOE que por el PP en la provincia. Y a pesar de los presuntos fraudes detectados en los expedientes de regulación de empleo y fondos de ayuda a empresas en crisis, el PP no ha podido esquivar el rechazo producido por la reforma laboral o la amenaza de recortes de derechos sociales, ejes de la campaña socialista. Ello pese a que la campaña popular parece haber funcionado, al menos en parte: con la Huelva-Cádiz como eje central, ha aumentado sus apoyos en los pueblos del Condado, ganando incluso en la localidad natal del líder andaluz de IU, Bollullos par del Condado. También ha crecido en votos en la Cuenca Minera, mientras el PSOE bajaba en sus feudos tradicionales. Pero ese recorte no ha sido suficiente; el PP se quedaba sin su segunda victoria en la provincia y a mucha más distancia de la esperada del PSOE.

Mientras tanto, Diego Valderas se convertía en el triunfador de la noche logrando el mejor resultado de la coalición desde el año 96 y obteniendo un escaño que el sondeo a pie de urna había puesto en duda. Pero sobre todo, se convertía definitivamente en llave para el Gobierno de la comunidad autónoma.

La escasa participación se convirtió en el dato más negativo de la noche; con un 60,48% de los 387.000 votos esperados, la provincia se situó incluso por debajo de la pobre media andaluza del 62,23%.

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