No hay nada mejor que una victoria o, en este caso, una derrota menos dolorosa de lo previsto para rebajar tensiones y relanzar los ánimos de un partido socialista que estaba a verlas venir. La palabra que más se repite tras los comicios regionales en el PSOE malagueño es "satisfacción", tanto en los representantes oficiales como en el colectivo crítico.  Tras varios meses de tormenta interna, ahora la máxima preocupación del PSOE es que se llegue a un acuerdo con Izquierda Unida para poder gobernar y ver cómo quedarían las distintas consejerías y delegaciones provinciales.  "Ha habido una enorme satisfacción en la reunión ejecutiva regional por los datos conseguidos en Málaga, que eran claves para el resultado final y que casi ninguna encuesta nos daban", señaló  ayer el secretario general provincial del PSOE, Miguel Ángel Heredia, quien subrayó que "Málaga es una provincia de izquierdas", y destacó que esta provincia y Granada "son las dos únicas donde el PSOE no ha bajado en parlamentarios ni ha subido el PP".  

El PSOE ha mantenido los siete parlamentarios que ya consiguió en las elecciones autonómicas de 2008, si bien ha perdido ocho puntos respecto a los anteriores comicios, descendiendo de un 43,18%  a un 35,22%. También han perdido casi 110.000 votos, un volumen más que significativo a pesar de que la participación se hundiera 12 puntos. Cabe señalar que el número de votos socialistas sigue su particular caída libre en las distintas citas -municipales, regionales o generales- desde 2008 sin que, por ahora, se haya podido o sabido frenar esa sangría. Heredia prefirió lanzar el mensaje contrario y, en su opinión, "el resultado del domingo cambia la tendencia por la cual el PP crecía en la provincia en los últimos años y eso ahora se ha roto". Los populares han incrementado ligeramente su porcentaje respecto a las elecciones autonómicas de 2008, aunque han recogido menos votos que en los pasados comicios generales de  noviembre. 

Heredia volvió ayer a agradecer a la ciudadanía "que en un momento de crisis como el actual hayan ido muchas personas a votar al PSOE y apostar por un camino seguro", a la vez que destacó "el extraordinario tesoro" que supone la militancia socialista. "Todos se han volcado", subrayó. El PSOE, pese a haber obtenido un resultado mejor de lo esperado, ha perdido las elecciones. No obstante, la autocrítica se quedó a medias. Heredia reconoció que "hemos cometido errores y tenemos que trabajar para que no se vuelvan a repetir en el futuro", pero no dudó sobre su peso o responsabilidad en el seno socialista malagueño. "Yo siempre me he sentido muy apoyado por mi partido", recalcó el secretario general, quien recordó que "salí elegido por un congreso y cuento con el respaldo de los compañeros, de forma que me siento muy satisfecho de la organización".

Su gestión, junto con la de Francisco Conejo, secretario de Organización, ha sido muy cuestionada en los últimos meses por numerosos militantes socialistas, hasta el punto que en diciembre se presentó el colectivo crítico Socialistas Hoy encabezado por el exvicesecretario provincial del PSOE José Aurelio Aguilar y por el jurista y ex presidente de la comisión gestora de Marbella Diego Martín Reyes. En esa reunión, ante 200 personas, se exigió un partido "más participativo, democrático y transparente" y un "nuevo modelo". Aguilar se mostró ayer mucho más prudente y destacó su "alegría" por los resultados. "El primer objetivo era ganar las elecciones y nuestra actitud ha sido esa. Tiempo habrá para analizar la situación interna del partido porque lo importante ahora es que se conforme el gobierno andaluz", indicó.