El presidente andaluz y candidato socialista a la reelección, José Antonio Griñán, le ha cogido gusto a los debates. Tras su participación en el organizado el martes por Canal Sur –el de la sonada ausencia del candidato del PP, Javier Arenas–, Griñán entabló ayer coloquio, en este caso con una treintena de regantes de la provincia, con los que mantuvo un encuentro a media tarde para conocer las inquietudes de un sector que agrupa a once comunidades y 44.000 hectáreas de superficie. El acto, celebrado en la sede de la comunidad de regantes del Guadalcacín en el Parque Tecnológico Agroalimentario (PTA de Jerez) se desarrolló en un clima distendido, en el que los interlocutores de los comuneros, representados por los presidentes de la comunidad anfitriona, Jacinto Carrasco, y el de los regantes de Costa Noroeste, Manuel Siles, expusieron sus principales problemas y reivindicaciones al candidato socialista, cercano en el trato y que estuvo acompañado por el cabeza de lista del PSOE por Cádiz, Luis Pizarro, y la delegada provincial de Medio Ambiente, Silvia López.

En su única parada en campaña en Jerez, que concluyó con un acto público posterior en el Hotel Guadalete (ver información anexa), el presidente andaluz se mostró receptivo con las demandas de los regantes y que, en mayor o menor medida, a su juicio tienen solución.

Manuel Siles, presidente del colectivo que agrupa a las once comunidades de la provincia (Coreca) fue el encargado de exponer las cuestiones que amenazan al futuro de los regantes y que resumió en cuatro puntos: la demanda de un IVA reducido como el que disfrutan el sector pesquero y la alimentación; la posibilidad de crear infraestructuras de energías renovables para el autoconsumo ante el desorbitado aumento del coste energético; la reducción del canon de agua y bonificaciones para las comunidades que han logrado un fuerte ahorro del consumo tras su modernización; y la mejora de la baja calidad de las aguas del Guadalete, problema que afecta a cinco comunidades por la merma en la producción y la salinización de las tierras. “Son cuestiones claves y, si no se resuelven, las comunidades tienen los días contados”, apostilló Siles.

El candidato socialista tomó nota de las demandas de los regantes, en las que encuentra un denominador común, “el ahorro de costes” que persiguen en un contexto de grave crisis, agudizada en este caso por la “competencia desleal” de los productos de países terceros “que permite la UE” y que “no tiene en agenda solucionar”.

Para Griñán, los productores andaluces sufren el dumping comercial y social, pues además de  exigirse menos garantías a los productos de fuera, también hay diferencias insalvables en los costes de la Seguridad Social, el trabajo de los menores... 

Antes de afrontar las propuestas de los regantes, que “tienen todo el sentido”, el presidente andaluz se mostró partidario de solucionar primero los problemas de la PAC (Política Agrícola Común), cuya actual propuesta es especialmente perjudicial para los intereses andaluces y de la provincia.

Sobre las demandas concretas, Griñán sostuvo que el tema tributario del IVA reducido, que hablará con las instancias competentes del Gobierno central, “no debería ser muy difícil”, mientras que frente a los costes de la electricidad recordó que el programa socialista contempla, con sus ayudas correspondientes, un aumento de la eficiencia energética (fotovoltaica y eólica) para el autoconsumo, aunque no pudo aclarar si por la potencia que requieren los comuneros.

El candidato socialista, que hizo una firme defensa de la profesionalidad de los productores andaluces, recordó igualmente que la mejora de la calidad de las aguas está en vías de solución con las obras del azud de El Portal y la limpieza del cauce del Guadalete, y fue menos explícito sobre la posibilidad de abaratar el canon y bonificar el ahorro del agua.

 A partir de ahí, candidato y regantes se enfrascaron en un coloquio en el que tuvo especial protagonismo el secretario general de COAG, Miguel López Sierra, quien hizo hincapié en la asfixia de los regantes y la necesidad de abaratar costes, para lo que Griñán aseguró que, “al margen de la competencia desleal de países terceros, mejoraremos lo que podamos”.