Elecciones Andalucía

Arenas apuesta por acuerdos con el PSOE para gobernar

  • El presidente del PP-A confirma que seguirá en el Parlamento andaluz mientras desde el partido le califican de "imprescindible". Prioriza la obligación de intentar evitar un gobierno que traiga más crisis.

La de ayer en Córdoba fue la primera aparición pública del presidente del PP-A, Javier Arenas, desde que valorara el resultado electoral en la noche del domingo desde el balcón de la sede regional. Presidió en el parador de La Arruzafa el comité ejecutivo regional y en la intervención que cerró la reunión -abierta a los medios de comunicación- despejó su futuro político, puso tareas a los dirigentes provinciales y volvió a insistir en su valoración sobre los resultados electorales.

El momento más destacado de su discurso fue cuando tendió la mano al PSOE para alcanzar "acuerdos de gobernabilidad". Añadió que a esta situación se llegaría "entre las dos fuerzas políticas más votadas" y la única condición que puso es que se respetara "el resultado de las urnas". Esta propuesta de gobierno, que ayer mismo fue rechazada por los socialistas, fue justificada en que el PP tiene "la obligación de evitar un gobierno que traiga más paro y más crisis a Andalucía" por que "este momento nos debería exigir a todos poner por encima de cualquier afán a Andalucía y el interés general". El líder del PP-A calificó de "imposible" cualquier tipo de acuerdo con IU, una formación que en breve comenzará la negociación con los socialistas.

Tras poner como ejemplo las ciudades de Córdoba, Jaén y Sevilla, donde hubo gobiernos municipales compartidos entre PSOE e IU, Arenas avanzó una teoría de regeneración en la comunidad que tendría su epicentro en el Parlamento. Dijo que éste "debe ser el eje central de la vida política de Andalucía", con actividades como las comisiones de investigación o un espacio para el desarrollo del Estatuto andaluz.

Previendo una negativa del PSOE a su propuesta, señaló que tanto ahora como antes de las elecciones tiene claro cómo debe ser el próximo Gobierno andaluz: "austero, reformista y leal con el resto de las instituciones democráticas", en las que destacó a los ayuntamientos y diputaciones que están gobernadas por los populares y que en el último año no han tenido un diálogo fluido con la Administración andaluza. También recomendó a los socialistas que "tengan presente que los problemas del siglo XXI no se solucionan con recetas del siglo XIX", en alusión velada a algunas de las propuestas electorales de IU.

Arenas cosechó los mayores aplausos de la mañana cuando anunció cuál iba a ser su futuro político. En las intervenciones que le precedieron, tanto el alcalde Córdoba, José Antonio Nieto, como el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, insistieron en su liderazgo; es más, ambos llegaron a coincidir que era "imprescindible". Con el camino así allanado, el propio Arenas lo tuvo más fácil. "Estoy en la vida pública donde me digan mis compañeros de partido y los andaluces; y con vuestro permiso y vuestro apoyo seguiré centrando mi actividad política en Andalucía, en el Parlamento", afirmó entre la ovación más rotunda del día.

Una vez logrado el respaldo de la cúpula andaluza, el presidente del PP-A lanzó un guiño a los dirigentes nacionales de la formación para evitar cualquier ajuste de cuentas por que Andalucía no haya logrado teñirse de azul. En este punto lanzó toda su "lealtad" al presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, y respaldó "la tarea reformista para que la sociedad española recupere la confianza".

Javier Arenas no estuvo en su intervención tan chispeante como acostumbra y usó un tono mucho más monocorde, que él achacó a un "pequeño resfriado". En esta línea, después de hacer un análisis de los resultados electorales, impuso deberes a los dirigentes provinciales de la formación.

Arenas afirmó que "la prioridad para los próximos meses" es "centrar los esfuerzos" en los municipios de menos de 20.000 habitantes, pues en ellos es donde el PP ha obtenido los peores resultados. Este encargo del líder popular tiene el objetivo de preparar desde ya la campaña de las elecciones municipales de 2015, que calificó de "las más importantes" para los populares. Este trabajo tiene que sustentarse en las líneas de "centro y moderación" para reforzar la confianza lograda en las capitales de provincia y en las grandes ciudades andaluzas a la vista de los resultados electorales del último año.

Tras insistir en la victoria del pasado domingo, "que ha acabado con el tópico de que el PP no puede ganar en Andalucía", alentó a los suyos a que estén "en una permanente autocrítica para servir mejor a la sociedad".

Antonio Sanz le antecedió en el uso de la palabra y remarcó con reiteración que el PSOE ha perdido las elecciones y "ha dejado nueve escaños en el camino", frente a un PP "que ha hecho historia en este partido y en Andalucía". Calificó de "esperpento y escándalo la fiesta de los perdedores con tarta incluida" con que el PSOE celebró ayer su más que probable continuidad al frente de la Junta. "Que tengan cuidado con las tartas, que se les pueden agriar", advirtió.

Ni el más mínimo resquicio a buscar un sucesor a Arenas. Si hubiera alguna duda Sanz la despejó con sus palabras finales: "Vuelves a demostrar que eres el mejor, Andalucía necesita y sigue necesitando un presidente como tú".

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