simon manley. embajador del reino unido en españae

"Hay que hallar una solución para que siga el paso por la Verja"

  • "Queremos los menos obstáculos posibles al comercio tras el 'Brexit", asegura el diplomático británico

Simon Manley, esta semana, en Sevilla.

Simon Manley, esta semana, en Sevilla. / josé ángel garcía

E-le ha tocado lidiar con el Brexit. ¿Se siguen los pasos marcados tal y como esperaban?

-Queremos una salida de la UE que no haga daño ni a la UE ni al Reino Unido. Queremos que a la UE le vaya bien: somos vecinos y tenemos las mismas amenazas que siempre. Queremos una UE exitosa y queremos una relación estrecha con ella, con los menos obstáculos posibles al comercio entre el Reino Unido y la UE y con las máximas facilidades para los británicos que viven en la UE y para los europeos que viven en Reino Unido.

-¿Cuántas veces le han preguntado si el Brexit tiene marcha atrás?

-Uff... Yo no lo veo probable. En el Parlamento hay un amplio consenso entre los partidos para respetar la voluntad del pueblo británico, manteniendo una estrecha relación con la UE. Hay diferencias entre los partidos sobre cómo afrontar ese proceso y cuál debe ser la situación final.

-¿Se cumplirán los plazos previstos?

-Tenemos que hacerlo, no tenemos otra opción. Este verano se han dado pasos importantes con la publicación de documentos diversos sobre las relaciones con Irlanda del Norte y sobre lo que queremos mantener con la UE en materia de seguridad y defensa.

-"Estar fuera de la UE es estar peor". ¿Coincide usted con la conclusión de Michael Barnier, responsable de la UE en la negociación del Brexit?

-Las cosas van a ser diferentes. Tenemos que trabajar con una actitud positiva para evitar daños y para lograr la mejor relación. Es importante mirar al futuro e imaginar la situación en dos, tres, cinco años y qué situación deseamos españoles y británicos.

-Entiendo que lo más urgente es resolver la situación de los 300.000 británicos residentes en España y de los 100.000 españoles residentes en Reino Unido. ¿Cómo se les va a dar cobertura legal a nivel laboral, sanitaria, de atención social, pensiones…? ¿Hay un hoja de ruta?

-Sí, la hay, aunque hay una gran incertidumbre entre los británicos que viven aquí. Hablamos mucho con ellos, a través de los consulados y yo mismo, y entre los europeos que viven en nuestro país. Lo que ofrecemos en la negociación es garantizar los derechos de la gente que ya está en nuestro país y de los residentes británicos en el resto de la UE. Queremos que los españoles que están trabajando y estudiando se queden.

-Es paradójico, porque uno de los argumentos de los partidarios del Brexit era el queremos que los extranjeros "no nos quiten el trabajo".

-Hubo muchas razones que explican lo que pasó. El electorado británico tenía una gran preocupación no con los inmigrantes, pero si con el nivel de crecimiento de la población extranjera, como se vio en el voto de los lugares donde esto está pasando, con repercusión en los servicios sociales o en el nivel de los salarios.

-La UE advierte que no puede haber libre circulación de comercio si no hay también libre circulación de personas, capitales y servicios.

-Es su posición. Theresa May ya dijo que respetaba que sin libre circulación de personas no puede haber un mercado único, pero a todas las empresas británicas y europeas les interesa que haya los menos obstáculos posibles al comercio. Tenemos una relación comercial que mueve 46.000 millones de euros al año y, en el caso de Andalucía, esa balanza es favorable en 900 millones de euros.

-Miles de españoles cruzan a diario la Verja para trabajar en Gibraltar. ¿Van a poder seguir haciéndolo?

-Espero que sí. Los gobiernos británico, español y gibraltareño tenemos en común ese interés. He escuchado con atención las manifestaciones del ministro español de Exteriores, el señor Dastis, y comparto con él la preocupación sobre el futuro de los trabajadores que viven en el Campo de Gibraltar y trabajan en Gibraltar. Tenemos que hallar una solución porque el intercambio comercial, social y cultural entre uno y otro lado es fundamental para todos los ciudadanos de la zona.

-¿Puede ser un obstáculo que España haya vetado la participación de Gibraltar en la negociación?

-No, porque el gobierno británico y el gibraltareño compartimos posiciones y hablamos de forma continua. Hay una relación estrecha con el señor Picardo y sus colaboradores.

-El rey Felipe, en su discurso ante el Parlamento británico, instó a buscar "fórmulas satisfactorias para todos" en el contencioso de Gibraltar. Tres décadas antes, Juan Carlos I aludió al Peñón como una "reliquia colonial". De hecho, la ONU sigue considerando a Gibraltar como una colonia. ¿Hay margen de negociación?

-España y Reino Unido tienen posiciones distintas sobre la soberanía. Nosotros no vamos a negociar un acuerdo por el cual Gibraltar pase a estar bajo la soberanía de otro estado. No vamos a ir en contra de la voluntad de pueblo de Gibraltar, pero hay cuestiones prácticas que estamos dispuestos a discutir.

-En tiempos del ministro Moratinos se dieron pasos en otro sentido, con los acuerdos de Córdoba entre España, Reino Unido y Gibraltar. ¿Es para ustedes una senda a recuperar?

-Era una buena senda y, si pudiéramos elegir, volveríamos a ella. Pero tenemos que respetar las decisiones de cada uno. Lo importante es que hablamos, trabajamos juntos, sea a nivel de entrada y salida de Gibraltar como en temas de seguridad en la lucha contra el yihadismo, el narcotráfico y el contrabando de tabaco.

-¿Qué se puede hacer para mejorar esas relaciones, para superar verjas?

-Hay un trabajo que ya está en marcha, de cooperación entre las fuerzas de seguridad, y hay un reto importante a nivel económico, social y cultural de intercambios y de relaciones entre Gibraltar y toda la comarca del Campo de Gibraltar. Espero que podamos trabajar en una agenda común a partir de los meses próximos.

-¿Cómo observan lo que está sucediendo en Cataluña?

-La posición de Reino Unido, como la de Francia, Alemania y otros estados europeos es que tienen que respetarse el Estado de Derecho, las leyes y la Constitución, en España y en todos los países. La UE es en sí misma un Estado de Derecho.

-¿Peligra el futuro de empresas británicas en Cataluña?

-Tenemos un nivel de inversión importante en Cataluña. De momento, ninguna me ha mostrado su preocupación por la situación.

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