Andalucía

La gestión público-privada no aumenta el precio de los servicios

  • Un estudio de la Universidad de Zaragoza certifica que son otros los factores que explican un coste divergente del agua u otras prestaciones

La gestión público-privada no aumenta el precio de los servicios La gestión público-privada no aumenta el precio de los servicios

La gestión público-privada no aumenta el precio de los servicios

Las opciones ideológicas, en su mayoría populismos de izquierda, que defienden la eliminación de sistemas de gestión concesionales o externalizados repiten de forma machacona que los servicios cuestan más caros al ciudadano cuando en la gestión intervienen empresas privadas, sea como concesionarias o como integrantes del capital de empresas mixtas, y que reimplantar un sistema de gestión directa por parte de la Administración abarataría esos costes.

Ante el debate suscitado y la trascendencia del mismo, docentes de la Universidad de Zaragoza han estudiado la cuestión a fondo y en el último trimestre de 2017 difundieron un estudio que demuestra que se trata de un mito insistentemente repetido. El estudio ha sido publicado por Papeles de Economía Española, revista de Funcas, el servicio de estudios de las Cajas de Ahorro, o por Economistas, la revista del Consejo General de Economistas de España.

El trabajo de investigación El precio del agua en las ciudades: efectos del modelo de gestión lo firman los profesores de Economía en la citada universidad Fernando Arbués y Jaime Sanaú junto a José María Serrano, director del estudio, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Zaragoza y académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.

Los autores enmarcan su estudio en la necesidad de determinar si los servicios públicos gestionados en régimen concesional por empresas privadas o mixtas deben pasar a ser gestionados directamente por los ayuntamientos, cuestión que definen como "uno de los temas de más actualidad e interés en la economía urbana de la España de hoy".

El trabajo se ha centrado en el suministro de agua para uso doméstico, por ser un servicio de inequívoca titularidad pública y que ofrece un campo de trabajo con suficientes datos para analizar si el modelo de gestión influye en el coste.

Para ello se analiza cómo prestan este servicios las capitales de provincia, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, y los municipios de más de cien mil habitantes. Entre las 79 poblaciones estudiadas, 33 tienen gestión directa -bajo distintas fórmulas como la prestación por la propia Corporación, por mancomunidades, por empresas públicas supramunicipales o empresas de capital municipal- y 46 optaron por la gestión indirecta, bien por concesión bien mediante una empresa de capital mixto.

El esfuerzo de las ciudades para pagar el suministro difiere por aspectos geográficos

En comparación con el entorno europeo, el agua en España es un 35,3% más barata que la media

Una virtualidad del estudio es que España es uno de los países con una presencia muy significativa de empresas privadas que participan del suministro del agua, algunas de ellas convertidas en multinacionales.

Del estudio de los datos del tipo de gestión usada y de los parámetros económicos analizados, los autores han calculado un índice de esfuerzo para las principales ciudades españolas en función de sus respectivas rentas per cápita. El cálculo se ha realizado centrándose en el coste del abastecimiento por ser el que representa un porcentaje mayor en el recibo doméstico.

Los datos obtenidos llevan a los autores a afirmar que "que no existe una relación predefinida entre el precio del agua y el sistema de gestión". Lo que sí aprecian es "una relación de tipo geográfico, puesto que la mayoría de las ciudades con un índice de esfuerzo superior a la media son insulares o se sitúan en zonas muy secas del sur (todas las ciudades andaluzas excepto Algeciras) y el sureste de la Península (Murcia, Cartagena o Albacete). Hacia el norte de España, el esfuerzo para pagar el agua que hacen los ciudadanos es menor, en línea con la mayor disponibilidad de este bien escaso.

Aunque está centrado en el precio del agua que llega a los domicilios, el estudio también analiza la desviación que éste tiene respecto a las medias de otros servicios en países del entorno. La conclusión es que España tiene una de las aguas de menor coste, sólo superada por Italia. En cambio, en electricidad, es el tercer país más caro, y en el gas es el sexto más caro.

Los autores del estudio concluyen que "se ha comprobado que el modelo de gestión (directa o indirecta) no es el determinante principal el precio del agua que pagan los hogares en España".

Los profesores Serrano, Arbués y Sanaú argumentan además que "el precio unitario del metro cúbico de agua tras un ciclo integral (abastecimiento, saneamiento y depuración), incluyendo todos los tributos que esos procesos comportan, es en España un 35,3% más barato que en el promedio europeo".

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