Las entidades locales andaluzas siguen siendo las más indolentes a la hora de presentar sus cuentas a los órganos fiscalizadores. Apenas el 19% de los ayuntamientos, diputaciones y mancomunidades de la comunidad entregaron el balance de su gestión económica y financiera del pasado ejercicio dentro del plazo legal. Éste expiró el pasado 15 de octubre según la Ley Reguladora de Haciendas Locales, aunque es a fecha del 1 de noviembre cuando la Cámara de Cuentas de Andalucía, en cumplimiento de la normativa autonómica, cierra el procedimiento telemático para proporcionar la documentación.

Una de las claves que podría explicar este bajo grado de cumplimiento -el menor de los últimos tres ejercicios- estribaría en que 2015 fue un año electoral, lo que podría haber ralentizado su tramitación por el cambio en los equipos de gobierno. La rendición de cuentas es la publicación de un balance de la gestión económica y financiera de la Administración en el que se recoge cómo se ha ejecutado su presupuesto.

Ya fuera de plazo, ha aumentado levemente el número de entidades que han formalizado el proceso, aunque el porcentaje sigue siendo bajo en la comunidad. Concretamente, ha crecido cuatro puntos hasta colocarse en el 23,6% de las instituciones locales andaluzas, según el Observatorio de Rendición de Cuentas del Tribunal de Cuentas, que desglosa datos de todas las comunidades salvo País Vasco y Navarra.

Los porcentajes de Andalucía son de largo los peores de todas las regiones que recoge el registro. Canarias es la siguiente comunidad con el menor índice de rendición de cuentas. En el archipiélago se situó en el 28% al cierre del plazo legal, aunque se ha elevado hasta el 49,5% en la primera mitad del mes. En el extremo opuesto se coloca La Rioja, donde el 70,3% de sus instituciones locales rindieron sus cuentas a tiempo. Al cierre de la primera quincena de noviembre, el porcentaje ya se eleva al 84,2% según las últimas cifras disponibles.

Los incumplimientos no atañen únicamente al ejercicio de 2015. El 17% de las instituciones locales andaluzas aún no han presentado las cuentas de 2013. En cuanto a 2014, la cifra se incrementa hasta el 26%. Ambos registros suponen las peores marcas de España. En el resto de las comunidades el grado de incumplimiento se sitúa por debajo del 5% en el caso de 2013, y entre el 16% y el 1% en el siguiente ejercicio.

Entre los 594 municipios, 61 mancomunidades y 36 entidades locales menores andaluzas que aún no han presentado sus cuentas de 2015 -sobre un total de 770-, se encuentran un total de 56 localidades con más de 20.000 habitantes, incluyendo cinco capitales de provincia. Almería, Granada y Málaga sí son las únicas que han cumplido con los plazos legales. Sin embargo, los consistorios de Cádiz, Córdoba, Huelva, Jaén y Sevilla todavía no han llevado el balance de su gestión económica y financiera ante los órganos fiscalizadores. En el caso de Cádiz y Córdoba, tampoco lo han hecho sus diputaciones, según consta en el Observatorio de la Cámara de Cuentas.

A estas capitales se suman municipios como Níjar, Adra o Vícar (Almería); algunas de las ciudades más pobladas de la provincia de Cádiz como Jerez, Algeciras, San Fernando, El Puerto de Santa María, Chiclana, Sanlúcar, La Línea, Puerto Real o Rota; Lucena, Puente Genil, o Montilla o Palma del Río, en Córdoba; Almuñécar, Armilla, Maracena o Loja, en Granada, que es la provincia con mayor número de ayuntamientos incumplidores -123 de un total de 172-; Lepe, Almonte, Isla Cristina o Moguer, en Huelva; Linares, Andújar o Bailén, en Jaén; Marbella, Vélez-Málaga, Mijas, Fuengirola, Torremolinos, Benalmádena, Rincón de la Victoria o Antequera, en Málaga; y Utrera, Mairena, Écija, Los Palacios, Carmona, Morón o Camas, en la provincia de Sevilla.

La situación se agrava en 77 municipios, que no han rendido las cuentas de los últimos tres años. Y no sólo se trata de pequeñas localidades. En esta relación se sitúan municipios de gran tamaño como El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda, Puerto Real, Arcos de la Frontera, Vélez-Málaga, Benalmádena, Écija o Carmona, todos ellos por encima de los 20.000 habitantes.