Fernando VII, curiosamente apodado por el pueblo como El Deseado, fue el que derogó la Constitución de Cádiz que hoy celebra el cumpleaños más esperado hace mucho tiempo en esta ciudad: sus 200 años. El bicentenario del que tanto se ha hablado es por fin hoy. Fernando VII no lo dudó un instante y enterró la Constitución gaditana, la primera Carta Magna que se promulgó en España. Seis líneas de descendencia más abajo, otro Borbón, Juan Carlos I, actual Rey de España, honrará a esta Constitución y a los diputados que la promulgaron con un acto solemne en el Oratorio de San Felipe a partir de las doce y cuarto de la tarde.

Llegó el gran día y Cádiz será hoy una fiesta. Como dijo el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y presidente del Consorcio del Bicentenario, José Luis Ayllón, Cádiz se convertirá hoy en la capital de España.

Y también será el momento de la reapertura de un Oratorio flamante que vuelve a ser el centro del mundo constitucional 200 años después.

Y será el centro porque entre otras cosas, además de los Reyes, va a estar el Gobierno prácticamente en pleno, con el presidente Mariano Rajoy a la cabeza, en el tributo al Bicentenario. La única ausencia será precisamente del único ministro de la provincia, Miguel Arias Cañete, por tener una importante reunión sobre el tema de la pesca.

La Constitución de Cádiz estableció por primera vez en España la separación de poderes, aspecto que se incluyó también en la vigente de 1978. Y si hay un poder ejecutivo personificado en el Gobierno de la nación, los otros dos, el legislativo y el judicial también van a estar representados.

Así, estarán los presidentes de las dos cámaras parlamentarias, Jesús Posada, del Congreso, y Pío García-Escudero, del Senado. Con ellos también los miembros de las mesas de las dos cámaras y los portavoces de los grupos parlamentarios, incluido el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba.

Y la tercera pata de esa separación de poderes es el judicial. En el Oratorio, por tanto, estarán presentes el presidente del Tribunal Supremo y Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar; y el del Constitucional, Pascual Sala. Precisamente este último órgano va a realizar esta misma tarde a las cinco un pleno en el mismo Oratorio.

Entre los 300 invitados también se encuentran el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, con los tenientes de alcaldesa de su gobierno y los portavoces del PSOE, Marta Meléndez, y de Izquierda Unida, Sebastián Terrada.

La constituyentes de 1812 eran diputados de los dos lados del Atlántico y de Filipinas. Evidentemente en los actos del Bicentenario se ha querido involucrar a los países iberoamericanos y por ello, hoy van a estar representados con los embajadores iberoamericanos, Portugal y Filipinas.

Y es que Cádiz este año es la Capital Iberoamericana de la Cultura y en noviembre será la sede la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado.

Los discursos del acto del Oratorio los harán los presidentes de las dos cámaras, Mariano Rajoy y cerrará el Rey. Del Oratorio toda la comitiva oficial partirá hacia la plaza de España, donde a la una de la tarde se llevará cabo la ofrenda floral organizada por el Ayuntamiento de Cádiz y que también va a estar presidida por don Juan Carlos.

El gran día tiene un gran componente institucional, pero también habrá protagonismo para la ciudadanía. Los constituyentes intentaron que la Carta Magna fuera bien recibida por el pueblo y por ello organizaron toda clase de actos festivos y a la vez lúdicos para darla a conocer. Por ello hoy, al igual que hace 200 años, se va a realizar una procesión cívica con distintos colectivos de la ciudad y un Te Deum en la Iglesia del Carmen. Asimismo, también se van a leer distintos artículos de la Constitución en las mismas plazas en las que se hizo en 1812.

El Rey dará hoy con su presencia un espaldarazo al Bicentenario, al igual que lo hizo en septiembre de 2010 al de las Cortes de la Isla de León. Cádiz, por primera vez en muchos años, vuelve a ser festivo un 19 de marzo. Pero esta vez no es por la festividad de san José, sino quizás por el momento más importante de la historia de su ciudad: el 200 aniversario de la promulgación de la primera Constitución alumbrada en España.