Andalucía

"El PP no ha sabido romper aún esa red tupida del PSOE y la Junta"

  • Soledad Becerril. "Es difícil gobernar en Andalucía, porque IU al final siempre se refugia en el PSOE, le echa una manita y le entrega sus votos"· La ex ministra, ex alcaldesa y actual diputada confía en que Arenas obtendrá muy buenos resultados, pero piensa que el PP deberá hacer un esfuerzo añadido para gobernar y admite que "no hicimos todo bien"· En las polémicas internas de su partido pide "prudencia y sensatez"

DESPUÉS de ser ministra de Cultura con UCD y alcaldesa de Sevilla con el PP; después de haber estado en el Congreso de los Diputados en 1977 y haber vuelto en 2008, Soledad Becerril tiene un bagaje político fundamentado en la experiencia. La entrevista se realiza en el Hotel Inglaterra, de Sevilla, en la misma Plaza Nueva donde está el Ayuntamiento en el que ejerció como alcaldesa.

-A usted, que es una política experta, ¿qué le parecen las últimas trifulcas internas del PP? ¿Le recuerdan a las familias de UCD?

-No, los tiempos de UCD fueron distintos. UCD era una coalición de pequeños partidos, que hicieron una gran labor, pero no llegó a ser un partido, no dio tiempo. La figura de Suárez fue decisiva, pero era muy difícil que UCD continuara, porque existían diversas ideas sobre las políticas a desarrollar. Valió la pena, aunque se acabó. El PP es una organización más fuerte, con una disciplina interna, programas electorales… Son casos diferentes.

-Pero en el PP parece que algunos líderes van a su aire. ¿No les vendría bien tener corrientes organizadas?

-Eso de tener corrientes sería lioso. No lo aconsejo. Tenemos unos programas que cumplir. Debe haber libertad de expresión y de opinión, pero en los órganos internos del partido. Y luego prudencia y buen hacer. Hay que tener cabeza y saber a quien representas.

-¿Qué le pareció la polémica de Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón por la presidencia de Caja Madrid?

-Me pareció mal…

-¿Por qué?

-Se pueden expresas discrepancias, pero con sensatez. En política todo lo exagerado es malo, los ademanes, las declaraciones, los planteamientos... Los excesos pueden ser divertidos, pero no son buenos.

-¿Se considera en la misma línea política que Javier Arenas?

-Estamos en el mismo partido y tengo una buena amistad con Javier. Es una persona que hace una labor muy importante, con un enorme esfuerzo. Procuro ayudarle en todo lo que puedo.

-¿Cree que Arenas ganará las próximas elecciones andaluzas?

-Estoy segura de que Javier Arenas obtendrá un resultado muy bueno al frente del PP en Andalucía.

-¿Pero ganando, o quedando en la oposición otra vez?

-Ya lo veremos. Es difícil gobernar en Andalucía. IU al final siempre se refugia en el PSOE, le echa una manita y le entrega sus votos, quizá porque en IU piensan que la soledad es dura. En cuanto al PA, le veo pocas posibilidades de volver al Parlamento, aunque no sé en dos años lo que podrá pasar.

-¿Por qué el PP obtiene tan malos resultados en la provincia de Sevilla, comparada con otras andaluzas?

-El PSOE tiene una presencia muy fuerte en Sevilla. Tiene el peso de una grandísima parte de la Administración de la Junta, con lo que eso supone de funcionarios, empresas públicas, fundaciones, agencias… Tiene un gran peso económico también entre el sector privado, porque maneja y distribuye fondos. Partido y Junta se mezclan, y todo eso es un peso muy importante, más que en otras provincias.

-¿Y el PP no tiene la culpa de sus malos resultados?

-También tenemos una parte de responsabilidad, al no haber sabido romper esa red tan tupida que tienen el PSOE y la Junta, en toda Andalucía, pero especialmente en la provincia de Sevilla. Quizá no hemos encontrado suficientes dirigentes capaces en algunos lugares. No hicimos todo bien. Espero que lo hagamos ahora y equilibremos las fuerzas. Pero insisto: PSOE es igual a Junta de Andalucía.

-¿Qué le parece Griñán como presidente de la Junta?

-Yo confiaba en que Griñán supusiera un cambio en la dirección de la economía, que tomara medidas económicas fundamentales, como hacer una reducción de la Administración y del gasto público. Sin embargo, no toma esas medidas, ni otras necesarias, como facilitar la actividad a los pequeños empresarios e industriales.

-¿Le ha decepcionado?

-He visto buenas palabras, pero sólo eso, ningún cambio. Aquí las cosas no van a cambiar con Griñán. No se potencia la actividad económica libre.

-¿Por qué no se crean más empresas en Andalucía?

-Tenemos un modelo en el que se ha primado el sector público, con escaso margen para la iniciativa privada. Las dos comunidades autónomas con más peso del sector público son Andalucía y Extremadura, que son también las dos que tienen un nivel más altísimo de desempleo.

-Mirando hacia atrás, ¿cuál fue su mejor aportación como ministra de Cultura?

-El Ministerio de Cultura fue, y debería ser siempre, importantísimo para la democracia. Entonces su importancia era mayor, porque muchas competencias se han traspasado a las autonomías. Para mí lo más importante fue la apertura a la vida cultural europea y promocionar nuevos caminos culturales. Se hizo hincapié en la defensa del patrimonio artístico y monumental. Se iniciaron las grandes exposiciones, como la de Murillo en Londres, o la de El Greco en EEUU. Intentamos proyectar nuestra cultura en el mundo.

-Fue la primera ministra de la democracia. ¿Hacen falta aún las cuotas femeninas en la política?

-Creo que no. Nunca he sido partidaria de cuotas. Sí lo soy de darle a la mujer todo lo que sea necesario para su desarrollo; y en determinados momentos, cuando es madre, que pueda conciliar estudios o trabajo y vida familiar. Eso es costoso, y ahí las instituciones deben jugar un papel. Pero no hacen falta cuotas, que reducen la libertad. Basta con darle la capacidad.

-¿Qué opina de las ministras del Gobierno de Zapatero?

-No opino en base a que sean mujeres, sino por sus políticas. Hay unas que hacen una buena labor y otras que cuando abren la boca se equivocan, pero eso pasa también con los ministros. Tienen algo en común, que para ellos los españoles se dividen en dos: los que creen en el Gobierno, que son patriotas y buenos, y los que pensamos que este Gobierno no ha tomado medidas en los últimos años y sólo se preocupa de su imagen, utilizando a algunos medios en su favor y creando artificialmente temas conflictivos. Quienes no estamos de acuerdo parece que no somos buenos españoles y recibimos todo tipo de descalificaciones, como hace la vicepresidenta primera.

-¿Cuáles son las ministras buenas y las malas?

-Una ministra que dice las cosas con rigor y conocimientos es la de Ciencia, Cristina Garmendia, que me parece al menos una persona capaz. Entre las malas, hay varias. Por ejemplo, la de Agricultura, Elena Espinosa, que no está dando la talla en la batalla por los temas agrarios en Europa. No tiene nada que ver con lo que hicieron en su día Loyola de Palacio o Arias Cañete. Es una ministra muy floja.

-En esta etapa parlamentaria, usted se centra en los temas europeos. ¿Cómo ve la próxima presidencia de España en la UE?

-La presidencia de España durante seis meses puede servir para poner más énfasis en los asuntos que nos preocupan. Los asuntos económicos serán fundamentales, como la creación de empleo. También debemos contribuir a que la política exterior de la UE sea más activa. La UE debe hacer política exterior con una voz común y tener más peso internacional, porque en caso contrario perderá protagonismo en el mundo.

-¿El PP apoyará a Zapatero durante la presidencia española?

-A partir de enero, España puede jugar un papel destacado. El Gobierno sabe que podrá contar en esto con el apoyo del PP, con un respaldo parlamentario que vaya en esas direcciones.

-Llega el Día de la Constitución. ¿Qué le parece el retraso del Tribunal Constitucional en la sentencia del Estatuto de Cataluña?

-Hay retraso, pero no olvidemos que el Tribunal Constitucional es el máximo intérprete de la Constitución. Es una institución fundamental para la democracia en España. Si desvirtuamos sus sentencias, si presionamos, si lo criticamos desde antes de que se pronuncie, estamos rompiendo los vínculos que nos unen. Hay que tener mucho cuidado con eso.

-¿Qué le ha faltado por hacer en la política?

-Supongo que muchas cosas. Lo importante es hacer bien lo que haces, o al menos lo mejor posible.

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