"No es verdad" que hayamos salido de la crisis. A juicio de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se excede en su optimismo. Ella no comparte con el jefe del Ejecutivo central esa visión edulcorada de la situación socioeconómica que propaga. "No me va a convencer porque no es verdad", avisa Díaz.

"Es verdad que hemos tocado pero no sé cuánto tiempo nos vamos a arrastrar por el fondo", diagnosticó la presidenta en una entrevista en la Cadena Ser, en la que volvió a arremeter contra el Gobierno central como autor del "atropello" a Andalucía, al exigirle la devolución de 426 millones de euros del fondo de convergencia. Díaz repitió que la posición de su Ejecutivo es de rechazo total y expresó su oposición a devolverla. Sobre su demanda de un nuevo sistema de financiación ironizó con que "ahora que nos envolvemos todos en la Constitución, incluso los que no la votaron o la votaron porque no tenían más remedio, es el momento de defenderla con hechos" propiciando un modelo de financiación que permita los mismos servicios para todos los ciudadanos.

Esta actitud de la jefa del Ejecutivo empujó a su adversario político, el presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, a proclamar que el "compromiso" del Gobierno central con esta comunidad autónoma ha puesto fin "con hechos" al "permanente discurso de confrontación practicado por los socialistas andaluces, con su secretaria general al frente. "Andalucía es una prioridad absoluta para el presidente Rajoy y una de las comunidades más beneficiadas por las nuevas medidas de financiación planteadas por el ministro de Hacienda [Cristóbal Montoro]".

"Los nuevos mecanismos de financiación autonómica puestos en marcha por el Gobierno favorecen especialmente a Andalucía, por lo que confío en que de una vez por todas Díaz y el PSOE andaluz abandonen el estéril discurso de la confrontación y empiecen a trabajar por el desarrollo y progreso de nuestra tierra", reclamó el líder de los populares andaluces, que emplazó a la presidenta de la Junta a "aprovechar esta nueva oportunidad que le brinda el Gobierno" . A juicio de Moreno, "la confrontación practicada por el PSOE durante todos estos años ha tenido unas pésimas consecuencias para los ciudadanos de Andalucía, víctimas de una estrategia electoralista que perjudica el desarrollo de nuestra tierra".

El líder del PP-A también exigió a la presidenta andaluza "la misma lealtad institucional y voluntad de diálogo demostradas por Rajoy", tanto con el Gobierno de España como con los ayuntamientos y diputaciones y con el principal partido de Andalucía. Moreno recordó a Díaz que desde que es presidente del PP-A le ha propuesto un plan por el empleo, una reforma fiscal con la que los andaluces dejarían de ser los españoles que más impuestos pagan, así como sendos planes contra la corrupción y contra la violencia de género.

"Espero que Susana Díaz abandone su soberbia y arrogancia y que su desprecio a nuestras propuestas constructivas se convierta en una respuesta positiva. Nosotros estamos siempre dispuestos a dialogar por el bien de los andaluces. Ella, por el momento, no", concluyó Moreno.

Díaz, mientras tanto, opta por aclarar, a modo de aviso para navegantes, que no tiene previsto ningún cambio en el seno del Ejecutivo porque dispone "del Gobierno que necesita Andalucía" que ya ha demostrado que "otra política es posible". A sus socios en San Telmo, IU, insiste en reclamarles "lealtad con el Gobierno del que forman parte, responsabilidad con los andaluces, que no pueden estar sujetos a los líos internos de los partidos, y madurez". Díaz puso toda la contundencia en asegurar que no está dispuesta a admitir que el Ejecutivo que preside tenga "fecha de caducidad".

En esta línea, y refiriéndose al al hecho de que el coordinador general de IU-CA, Antonio Maíllo no haya descartado entrar en el Gobierno andaluz si se lo pedía su formación, la presidenta subaryó que no va a cambiar el Gobierno por que se "lo diga una fuerza política". La presidenta insistió en que su Gobierno es fruto del acuerdo por Andalucía que firmaron PSOE-A e IULV-CA tras las últimas elecciones autonómicas, pero, a partir de ahí, "no puede estar sujeto a las cuestiones internas de las distintas fuerzas políticas".