Andalucía

Miles de personas protestan contra la política sanitaria de la Junta

  • La 'marea blanca' más numerosa fue la de Granada, seguida de Huelva y Málaga

  • Algunos dirigentes del PP y Podemos se unieron a las marchas

Granada marcó el 16 de octubre un hito en la movilización social para salir en defensa del sistema sanitario tras los cambios establecidos por el SAS en la reordenación tradicional de los hospitales. Aquel día se sembró la semilla de una marea blanca que ayer, cuarenta días después, volvió a repetir el clamor en tres ciudades: Granada, Huelva y Málaga. Y sin bajar la voz. De nuevo, ya por segunda vez, se echaron a la calle decenas de miles de personas.

La guerra de cifras es inevitable (entre los 45.000 de fuentes policiales y los 100.000 de los organizadores), pero una imagen vale más que mil palabras y ver por segunda vez en mes y medio la Gran Vía granadina llena de principio a fin no se produce todos los días, por lo que de nuevo el 27-N marcará un antes y un después en las manifestaciones de la ciudad. Una lucha por la sanidad que evidencia la disparidad de opiniones existente aún entre los beneficios del nuevo mapa sanitario que defiende Salud y los inconvenientes que viven a diario pacientes y profesionales.

La protesta también marcó ayer un hito en Huelva, donde se registró una de las mayores concentraciones recordadas en la capital. Bajo el lema Huelva, por una sanidad digna miles de personas llegadas de toda la provincia (15.000 según la organización, 12.000 según la Policía Nacional y 4.000 según la Policía Local) recorrieron las calles de la capital en una marcha tan solo superada en número de participantes por la del 3 de marzo de 1988 reinvindicando la Universidad para Huelva. Al mediodía una masa humana echó a andar contra la fusión de los hospitales Juan Ramón Jiménez e Infanta Elena y los recortes.

A esa misma hora, más de 2.000 personas (3.000 según la Subdelegación del Gobierno y 12.000 según los convocantes) se habían echado ya a la calle en Málaga para defender la sanidad pública, para pedir dignididad para los pacientes y trabajadores y exigir mayor inversión en el sector. Convocada por un profesor de Secundaria, la llamada ciudadana "asindical y apolítica", como explicó el organizador, no fue tan numerosa como las que se desarrollaron simultáneamente en Granada y Huelva. Pero sí que supuso un grito unánime contra los recortes que han hecho perder "unos 2.000 puestos de trabajo entre el personal perteneciente al Servicio Andaluz de Salud en la provincia y han agravado una situación inasumible en la calidad asistencial del usuario, indefenso ante tanto despropósito", según explicaron en el manifiesto que se leyó en el Hospital Noble, al finalizar el recorrido.

En Granada, el acto lo cerró el médico Jesús Candel, iniciador de este movimiento, leyendo el manifiesto realizado por los convocantes: "Está en juego algo muy serio. No sólo hablamos de dos hospitales, sino de una forma de hacer medicina, algo que a unos pocos no les interesa porque lo único que les mueve es el dinero".

En Málaga, el promotor de la marcha, Jonathan Andrades, subrayó que se trata de la provincia con menos camas públicas por habitante "y eso se solventaría en parte con un tercer hospital". La Junta prometió este centro en 2008 y a principios de este año se descartó la apuesta. Málaga, según los manifestantes, también está a la cola en la ratio de personal de enfermería por habitante.

En esta misma línea, los manifestantes de Huelva reclamaron que la provincia "deje de ser la última de Andalucía en recursos". La portavoz de la plataforma convocante, Paloma Hergueta, insistió en el que el objetivo es "dejar de ser la cenicienta de la sanidad".

Usuarios, médicos, personal del 061, enfermeras y profesionales de diversos ámbitos se sumaron a las protestas. También lo hicieron grupos de izquierdas y algunos políticos a título personal, como el caso de Francisco de la Torre, Elías Bendodo o Esperanza Oña, del PP, Juan Cassá, de C's, y Alberto Montero, de Podemos, en Málaga.

La Consejería de Salud expresó ayer su "absoluto respeto a las reivindicaciones", pero "rechazó con rotundidad el mensaje catastrofista que algunos colectivos y partidos políticos están lanzando, especialmente el PP y Podemos, que van de la mano en un intento de desprestigiar la sanidad pública y favorecer el negocio de la privada".

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