Los Presupuestos de la Junta para 2017 recogen un gasto de 123,3 millones para la conservación y la mejora de la seguridad vial de los 10.575 kilómetros que componen la red autonómica de carreteras. La inversión en la materia ha crecido en un 26,2% si se compara con 2016, pero el porcentaje crece hasta el 61,5% si se atiende al gasto en 2014, que se quedó en unos exiguos 76,31 millones de euros.

Según el director general de Infraestructuras, Jesús Huertas, el aumento del presupuesto demuestra la "creciente preocupación" de la Consejería de Fomento y Vivienda por el mantenimiento de la red viaria autonómica, un 10% de la cual se corresponde con carreteras de gran capacidad como la A-92 que vertebra la comunidad. El principal objetivo, según fuentes del departamento que lidera Felipe López, es propiciar una "mayor comodidad a los conductores", pero, sobre todo, "prevenir accidentes y garantizar la seguridad vial".

La partida para mantenimiento ha crecido un 61,5% en los últimos tres años

Para conseguir su meta, parte de la inversión de 2017 se destinará a mejorar las condiciones de las carreteras en los tramos de concentración de accidentes. Así se denominan los trayectos donde se produce un número de accidentes superior a la media, los antiguos puntos negros. Según la Dirección General de Tráfico (DGT) la red de carreteras autonómicas tiene 156 tramos peligrosos y parte de la inversión que la Junta hará en 2017 irá destinada a mejorar la situación de algunos de estos puntos.

Pese a que no está incluida en el listado de la DGT, la mejora del firme de la A-92 en Sevilla y Granada es una de las prioridades de la Administración autonómica. Sin embargo, en el próximo listado de tramos de concentración de accidentes no deberá figurar el tramo de la A-332 que une las localidades almerienses de Cuevas de Almanzora y San Juan de los Terreros ni la intersección de la A-334 -que une Baza con Olula del Río- en Alcóntar. El tercer punto que mejorará en las carreteras almerienses será el que une las localidades de Berja y Dalia a través de la A-358.

En el extremo occidental de la comunidad, la inversión permitirá mejorar un tramo de la A-461, que une Zalamea la Real con Santa Olalla del Cala, ambas en Huelva. En Sevilla serán dos las carreteras afectadas: la A-8125 entre Arahal y Morón de la Frontera y la A-360, precisamente en la intersección con la base militar que comparten España y Estados Unidos en los términos municipales de las citadas localidades. En Málaga, la A-377 recibirá financiación autonómica para mejorar el tramo que une Gaucín con Manilva.

En la provincia Jaén, Fomento iniciará los trabajos para mejorar la travesía de Quesada; mientras que está previsto que finalicen los trabajos de la autovía del Olivar (A-316) a su paso por esta provincia. También acabarán en 2016 los trabajos para mejorar la A-422 entre las localidades cordobesas de Alcaracejos y Belalcázar.

Como recuerdan desde el departamento de Felipe López, estas acciones tienen un alcance fundamentalmente preventivo, pero también hay contempladas obras correctivas para reparar los elementos deteriorados. Con ese fin se ponen marcha mejoras de los sistemas de drenaje, elevaciones de rasante en los puntos bajos y remodelaciones de las intersecciones y enlaces. También se trabaja en la reparación de la señalización horizontal y vertical y en el control de la vegetación.

Estas iniciativas están recogidas en el Plan de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Transporte en Andalucía (Pista 2020) que aprobó el Consejo de Gobierno a finales de 2016 y que reconoce la importancia de "preservar el patrimonio viario" por la importancia que tiene para el transporte de personas y mercancías. Concretamente, según los datos de Fomento, la red de carreteras de la comunidad autónoma soporta el 85% del tráfico comercial frente al 11% del barco y el avión y el 4% que se quedan los ferrocarriles. En el ámbito del desplazamiento de personas el porcentaje crece hasta el 90%, dejando sólo un 2% para los trenes y un 8% para el transporte aéreo y marítimo.