Provincia

Muere un hombre de 79 años al intentar apagar un incendio de pastos

  • La Guardia Civil cree que la víctima, un vecino del pueblo llamado José Pineda Romero, sufrió un infarto o una intoxicación por inhalación de humo y cayó sobre las llamas.

Zona de pastos donde ocurrió el suceso.

Zona de pastos donde ocurrió el suceso. / Juan Carlos Muñoz

Unas brasas humean en una finca de la urbanización La Pilarica, un diseminado situado a las afueras de La Puebla del Río, a un lado de la carretera que lleva a Isla Mayor. Sale humo blanco de unos rescoldos. Por un momento se aviva el fuego. "Como sople un poco el viento se vuelve a incendiar", dice un hombre que acaba de colgar su teléfono móvil. Es el sobrino de José Pineda Romero, el hombre de 79 años que podría ser la persona que murió este martes al tratar apagar el incendio de pastos que todavía, varias horas después, humea.

"Es mi tío al cien por cien", dice el hombre, "pero no lo hemos podido identificar". Señala un vehículo de color blanco aparcado a unos metros. "Ahí está su coche. Y él no aparece por ningún lado, así que está claro. Pero falta que lo confirmen los forenses", explica. La familia no ha podido identificar a José Pineda, cuyo cuerpo estaba carbonizado de cintura para arriba, ya que cayó sobre las llamas. Posiblemente lo hiciera por un desvanecimiento provocado por la inhalación de humo o porque sufriera un ataque al corazón durante las maniobras que hizo para tratar de apagar el incendio.

Esta es la principal teoría que maneja la Guardia Civil, que ha abierto una investigación sobre la muerte de este hombre. La autopsia, que le será practicada a lo largo de este miércoles, será determinante para confirmar definitivamente la identidad del fallecido. "Tendrá que ser por el ADN. Tenía una salud de roble. No tiene ninguna prótesis. Ni un empaste en las muelas". Los investigadores de la Policía Judicial del instituto armado han descartado ya que se trate de una muerte violenta.

Localización del cuerpo Localización del cuerpo

Localización del cuerpo / FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía

José Pineda Romero era natural de la Puebla del Río y había pasado casi toda su vida en Alemania. Regresó a su pueblo cuando se jubiló. Era viudo y deja tres hijos. Dos de ellos atendieron ayer a este periódico, a unos metros del lugar donde se declaró el incendio. "Intentó apagar el fuego con una rama y se cayó encima", explican los familiares, muy afectados por la tragedia. La víctima residía en La Puebla, pero tenía una parcela en esta urbanización. Allí tenía gallinas y un pequeño huerto y solía ir cada mañana. Lo que no se explican todavía los familiares es la trayectoria del fuego, porque Pineda murió a casi un centenar de metros de distancia de su parcela, en la finca colindante, cuyo propietario cerraba ayer la cancela y se marchaba en una bicicleta. "Por respeto a la víctima, mejor que le informen los familiares", decía el dueño de la finca.

Quizás vio fuego en la parcela colindante e intentó apagarlo antes de que se extendiera. Otra posibilidad es que quemara unos pastos y la hoguera se le descontrolara, pero los familiares dudan de esta versión. Dicen que solía quemar rastrojos en otra zona mucho más próxima a su finca y no creen que el incendio se propagara tanto. De hecho, no todo el terreno entre ambos puntos -el de la hoguera en la que quemaba rastrojos y el lugar donde apareció su cuerpo carbonizado- estaba quemado, ni tampoco soplaba viento. Eso sí, hacía mucho calor. Casi cuarenta grados.

El suceso ocurrió a la una y cuarto de la tarde de este martes. A esa hora recibió la llamada el centro coordinador del 112, que dio aviso a los Bomberos de la Diputación y del Infoca, a la Guardia Civil, a la Policía Local y al servicio de emergencias sanitarias del 061. Cuando llegaron, José Pineda ya estaba muerto. El cadáver fue levantado pasadas las cinco de la tarde.

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