Andalucía

Empleo y rebajas fiscales son reclamos de PP y PSOE en tiempos de crisis

  • Ante la desaceleración económica, ambos apuestan por medidas que lleguen al bolsillo del ciudadano y favorezcan la puesta en circulación de más dinero · El pleno empleo lo sitúan en el horizonte de 2013

Una crisis económica, con visos casi de recesión, empuja a PSOE y PP a buscar el reclamo electoral en lo que más inquieta a la ciudadanía: el empleo y llegar a fin de mes. Y en una comunidad como la andaluza, donde el paro sigue pesando como un problema rayano en lo estructural, ambos se afanan por prometer lo ya prometido: el pleno empleo. Un compromiso éste de garantizar salarios en todos los hogares andaluces que, unido a la bajada de impuestos, a más ayudas y a la oferta de servicios gratuitos, sirve para reactivar a un electorado cada vez más proclive a apartarse de las urnas.

Con esta estrategia, socialistas y populares se lanzan, tanto en Madrid como en Andalucía, a la imitación del modelo económico estadounidense de atajar la desaceleración económica poniendo más dinero en el bolsillo del ciudadano, o más bien generando esa sensación, para incentivar el consumo y, en definitiva, poner más dinero en circulación.

En materia de empleo, la perspectiva socialista es halagüeña al estar instalados en un cuestionado crecimiento económico andaluz superior al 3 por ciento. Con un punto de partida de 600.000 nuevos puestos de trabajo generados en esta legislatura que expira, en el PSOE no ven imposible repetir la cifra y alcanzar los 3,8 millones de andaluces ocupados, es decir, ese 5 ó 7 por ciento de desempleados considerado paro técnico o pleno empleo. Para conseguirlo: planes industriales -inversión de 4.200 millones de euros-, creación de 65.000 nuevas empresas, programas de formación y especialización de recursos humanos, apuesta por I+D+I.

En el PP van más allá. Confían en la creación de 750.000 empleos más, de manera que en 2012 en Andalucía sean cuatro millones de ocupados. Las recetas para conseguirlo: 50.000 nuevos autónomos, inversión en formación, ampliación de las políticas activas de empleo, búsqueda de nuevos yacimientos de empleo, un plan de fomento y competitividad de la industria e impulso a las empresas tecnológicas.

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