Cádiz

Detienen a tres trabajadores en la protesta por el convenio de Cepsa

  • La Guardia Civil afirma que la plantilla corta la CA-34 sin autorización alguna afectando al tráfico entre La Línea y San Roque

Tres trabajadores de la refinería Gibraltar-San Roque del Grupo Cepsa fueron detenidos ayer por la Guardia Civil durante una protesta -secundada por 200 empleados- para exigir el desbloqueo de la negociación del convenio colectivo. Los arrestados fueron puestos en libertad a primera hora de la tarde, según indicaron fuentes del comité de empresa. Hoy tendrán que declarar en los juzgados de San Roque acusados de alterar el orden público.

La concentración, que tenía previsto alargarse desde las 6.00 hasta las 18.00 horas, se vio interrumpida alrededor de las doce y media, cuando en la zona se personó la Guardia Civil para disolver la manifestación. Desde el Instituto Armado se afirmó que la actuación de los agentes contra la plantilla estuvo motivada por el corte de la CA-34, la vía que une San Roque y La Línea, además de ser el acceso natural a las petroquímicas de la zona.

Las detenciones se produjeron por alteración del orden público, según fuentes de la Guardia Civil. Los agentes procedieron a disolver la protesta al entender que era ilegal, ya que no contaba con la autorización de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz.

Por contra, los representantes de los trabajadores hicieron hincapié en que "jamás" invadieron la vía principal. "No nos caracterizamos por protestas con violencia", sentenciaron. Sin embargo, los empleados impidieron el paso de los vehículos a la refinería, lo que provocó colas que colapsaron la CA-34. El comité dijo que nunca habían sufrido unas medidas represoras como éstas, y lamentaron que las órdenes violentas pudieran haber venido desde la dirección de la empresa.

Además, tachó de "injusta y del más estilo fascista" la carga policial. Condenaron el uso de gases lacrimógenos, bolas, palos y las agresiones. Los empleados apuntaron que todo sucedió con el "beneplácito" de la dirección del centro, "que de esta forma trata a los trabajadores que se concentran como llamada de atención por la situación del convenio".

Según el colectivo, las retenciones de tráfico estuvieron motivadas por la intención, por parte de la Guardia Civil, de preservar la seguridad desviando la dirección de los conductores. La primera concentración se saldó sin problemas hasta que el Instituto Armado les comunicó la intención de desbloquear la protesta. Entonces los empleados decidieron volver a las inmediaciones de la petroquímica para hacer una "sentada simbólica", cuando se percataron de que estaban cargando contra ellos, según la versión de éstos. Al llegar a la entrada decidieron hacer la "sentada" y, de nuevo según dijo el comité, emprendieron medidas represivas, pero esta vez desde las propias instalaciones de la refinería.

Finalmente, la plantilla accedió a la empresa. Durante estos disturbios se produjeron las detenciones. Por ello, a las cinco de la tarde, alrededor de 400 personas se concentraban en la sede del comité para solicitar la liberación de los compañeros. Los representantes señalaron que existen cuatro entradas, por lo que si con motivo de las protestas no pudieron entrar vehículos, sí se podía acceder andando, ya que en ningún momento pretendieron taponar la entrada. El comité afirmó que en ningún momento se realizó algún acto violento ni de falta de obediencia a la autoridad, y mucho menos aún se puso en el "más mínimo peligro a personas e instalaciones".

El comité de empresa indicó el pasado lunes que iba a realizar una protesta pacífica sin mencionar el corte de vía alguna. Sin embargo, en un comunicado interno de UGT de la planta de La Rábida (Huelva), en apoyo de los compañeros de San Roque, al que ha tenido acceso Europa Sur, se afirmaba que iba a haber "una concentración a las puertas de la refinería con la intención de cortar la entrada al polígono".

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