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Marruecos echa un pulso a la Unión Europea

  • La Comisión Europea acuerda con Rabat la modificación del régimen de precio de entrada del tomate. Los agricultores españoles consideran que el país vecino utiliza pesca e inmigración para chantajear a la UE.

Marruecos ha lanzado una ofensiva para recuperar terreno en el acuerdo hortofrutícola con la Unión Europea, algo que ha supuesto una nueva preocupación para los agricultores españoles.

Hace dos semanas, el país vecino se dirigió a la Unión Europea apara reclamar el cumplimiento de los acuerdos firmados respecto a las exportaciones de frutas y hortalizas marroquíes. Protestaba por lo que consideraba un cambio de régimen decidido unilateralmente por las autoridades europeas.

La tensa situación se ha saldado con un acuerdo alcanzado en la noche del pasado jueves entre Marruecos y la Unión Europea. Así se espera al menos, en el sistema de cálculo de los aranceles a la exportación de tomates marroquíes al mercado interior europeo.

Los cambios en el denominado sistema de precio de entrada fueron acordados por los Gobiernos europeos en el marco de la reforma de la Política Agrícola Común (PAC), pactada en junio del año pasado. Se comenzarán a aplicar a partir del 1 de octubre a todos los terceros países que exportan frutas y hortalizas a la UE, y se equipara el sistema con el régimen arancelario aplicado al resto de productos.

El cambio, que ha sido muy criticado en Marruecos, implica la eliminación del sistema de deducción del precio que permitiría utilizar facturas de lotes de tomates una vez vendidos en el mercado europeo. Eso generó muchas críticas entre productores europeos, porque esgrimían que el sistema permitía evadir el pago de aranceles a la importación.

Fuentes comunitarias aseguran que "muchos productores europeos, agricultores almerienses muchos de ellos, han dicho que los marroquíes están evadiendo aranceles porque no están usando las facturas correctas, sino que usan cualquier factura vieja, lo que significa que no desencadenan aranceles a la importación adicionales. Ha habido quejas de que el sistema actual permite evitar el pago de aranceles adicionales".

A cambio, el Ejecutivo comunitario ha pactado, para atender "las preocupaciones legítimas" de Marruecos, calcular el precio a partir del "valor estándar de importación". "El precio que hemos usado hasta ahora se ha basado en los tomates redondos, los baratos, y en los últimos 15 años ha habido un aumento fuerte del volumen de los tomates cherry, que valen más. Lo que hemos acordado ahora es que en el futuro el valor estándar de importación tendrá en cuenta todos los tomates en el mercado y no sólo los redondos baratos, como es el caso ahora", explicaban fuentes comunitarias.

"Tendremos un precio (de entrada) más elevado y por tanto habrá muchas menos probabilidades de desencadenar un arancel adicional". "En el futuro sabremos el gravamen adicional y habrá menos probabilidad de que se evada", recalcaban las fuentes comunitarias.

La UE, que produce unas 6,5 millones de toneladas de tomate al año, importa unas 350.000 toneladas de tomate marroquí, incluidas unas 70.000 u 80.000 toneladas de tomate cherry, frente a las 300 toneladas que se importaban de Marruecos de esta variedad más cara en 1996, cuando se introdujo el sistema de precio de entrada anterior. Más del 80% de las exportaciones de tomate de terceros a la UE procede de Marruecos, el principal país exportador.

Tensión previa

Marruecos había desplegado previamente varias estrategias y se mostraba inflexible. Así, un comunicado del Ministerio de Agricultura y Pesca Marítima advertía de que la Comisión Europea debía "asumir sus responsabilidades en este asunto tan pronto como fuera posible".

Las tensiones surgieron recientemente en Marruecos, tras la adopción por la UE de los actos delegados en el marco de la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) y que estipulan un aumento en el acceso de las frutas y verduras de Marruecos al mercado comunitario.

Validada la reforma de la PAC por la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo, la normativa que debía entrar en vigor en octubre introducía un cambio en el acceso de los productos marroquíes a las condiciones del mercado europeo. El nuevo sistema adoptado establece que en frutas y verduras se fijará a un valor fijo, sin necesidad de recurrir al valor real de los productos, lo que podría afectar negativamente a la competitividad de los productos marroquíes.

El gobierno marroquí consideraba que se estaba planteando un verdadero desafío a lo dispuesto en el Acuerdo Agrícola de 2012. Desde entonces, Marruecos puede exportar el 55% de sus productos sin aranceles, frente al 33% anterior, y las exportaciones de la UE a Marruecos pasarán en 10 años a un 70% sin aranceles. Las exportaciones de Marruecos a Europa han dado un salto en el caso de los tomates, de 163 000 toneladas en 2004 a 365.000 en 2013.

Los exportadores de frutas y verduras de Marruecos fueron más allá, amenazando con utilizar todos los procedimientos, incluida la Justicia, si la UE persistía en lo que consideraban "obstruccionismo" en la resolución de la crisis de las exportaciones agrícolas con Marruecos. En un comunicado, los exportadores alegaron que el sector se encuentra en una situación de bloqueo, y añadieron que hasta la fecha, los profesionales no han recibido ninguna noticia de la inminente liquidación del problema.

Representantes pertenecientes a varias asociaciones profesionales de frutas y verduras consideraban que la reforma de la PAC es contraria al Acuerdo de Asociación entre Marruecos y la UE, las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) e incluso a las que rigen las aduanas comunitarias. Profesionales de la industria también expresaron su preocupación por el impacto desastroso que este nuevo régimen de las exportaciones marroquíes.

Un miembro de la asociación marroquí de los productores y exportadores de frutas y verduras advertía contra las graves consecuencias que podían haber acarreado a las exportaciones agrícolas el cambio de acceso a las condiciones del mercado europeo. Hubiera causado la pérdida de entre 100.000 y 150.000 puestos de trabajo debido a la suspensión del 70% de las exportaciones de tomates marroquíes, con un gran daño también a las exportaciones de pepino, calabaza y clementinas.

Reacción española

Estas denuncias de Marruecos, y sus contactos con la Unión Europea, provocaron una reacción de las organizaciones agrarias y de las cooperativas españolas, sobre todo las más implicadas en el sector hortofrutícola.

Así, se produjo una reunión con el comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, en la que expusieron su postura. El responsable de Frutas y Hortalizas de COAG, Andrés Góngora, secretario provincial de la organización en Almería, afirmaba que "si Europa cede a los chantajes y amenazas de Marruecos quedará en entredicho el papel de la Unión Europea, quien pondrá a los productores mediterráneos a los pies de los caballos. Marruecos está jugando muy sucio desde que Europa ha tomado la determinación de controlar más sus exportaciones para que no incumplan los cupos de entrada y paguen las tasas arancelarias correspondientes en caso de quebrantar el acuerdo".

El dirigente de COAG añadía que "lo peor es que esa concesión se haga incluyendo la variedad cherry en el cálculo del valor global de la importación, lo que hará que en la mayoría de los casos no se superarán los precios de entrada establecidos y no se tendrán que pagar tasas arancelarias", añadía.

Para Góngora, las presiones de Marruecos con el tomate son "una forma de continuar tapando un descarado fraude fiscal por parte de los exportadores que trabajan en Marruecos, quienes se ahorran las tasas arancelarias".

También La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos denunciaba ante la Comisión Europea que el acuerdo UE-Marruecos "no se está respetando" y se están generando "graves pérdidas a los agricultores españoles, que ya alcanzan los 150 millones de euros". UPA opina que la sociedad marroquí "no se está beneficiando en absoluto" del acuerdo, por lo que todo resulta "una gran incongruencia".

UPA explica que durante el pasado mes de mayo los productores se vieron obligados a tirar cerca de cuatro millones de kilos de hortalizas de primera calidad cada día a causa de los bajos precios. "La competencia desleal de Marruecos, sobre todo en tomate y calabacín, está provocando la ruina de los agricultores", añaden. Productos como los cítricos, las frutas de hueso y el aceite de oliva también están viéndose afectados.

Así, en la reunión mantenida por COAG, Asaja, UPA, Fepex y Cooperativas Agroalimentarias con el comisario Ciolos en los mismos días en que se producían las presiones de Marruecos, las organizaciones españolas pidieron a la Comisión Europea que no cediera a las demandas del país magrebí, y aplicara las cláusulas de salvaguarda por las que Europa se reserva el derecho de impedir la entrada de productos si sus precios son abusivos.

La Comisión reconocía en la reunión, según los interlocutores españoles, que el reino de Marruecos está llevando a cabo un chantaje político y diplomático, hasta el punto de bloquear otros acuerdos como el de pesca o el de inmigración si Europa no cumple con sus condiciones en el acuerdo agrícola.

Las organizaciones agrarias, cooperativas y exportadores españoles mostraron su sospecha de que los productos que están entrando estos meses desde Marruecos "no sólo no cumplen con los precios de entrada, sino con los mínimos requisitos de calidad exigible, lo cual es injusto para los agricultores y, sobre todo, para los consumidores". Además plantearon que el contingente de 269.000 toneladas de tomate en última campaña, la 2013/2014, ya había sido ampliamente superado.

Marruecos, conforme

Sin embargo, finalmente la Comisión realizó concesiones a las pretensiones de Marruecos. La reacción desde el país magrebí fue cauta sobre el principio de acuerdo alcanzado con la Comisión Europea para poner fin al conflicto abierto por la modificación del régimen de precios de entrada en territorio comunitario de los tomates marroquíes.

Un comunicado del Ministerio de Agricultura y Pesca señaló que esta cartera marroquí había propuesto a sus interlocutores europeos "varias vías de solución", y una de ellas había sido aceptada por la Comisión Europea, según había sido comunicado mediante una llamada telefónica del comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, al ministro marroquí del ramo, Aziz Ajanuch.

Fuentes marroquíes dijeron que se ha llegado a una solución "equilibrada", pero no puede darse todavía por definitiva hasta que se aplique efectivamente sobre el terreno.

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