La opinión invitada

Aceituna de mesa en 2015, un buen año a pesar de todo

  • El autor expone algunos de los problemas que nos llevan a perder cuotas de mercado.

COMO todos los años por estas fechas, la Asociación de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa presenta el balance del año anterior y, si tuviésemos que definir el ejercicio 2015, tendríamos que decir que no ha sido un mal año. Y es que, a pesar de que en 2015 las exportaciones han descendido un 5% con respecto a 2014, hay que recordar que estamos comparándolo con un ejercicio anterior excepcional en el que, como ya advertimos, se habían dado unas circunstancias coyunturales y extraordinarias que difícilmente iban a repetirse. Nos referimos a la falta de cosecha en determinados países productores como Argentina, Marruecos, Grecia y EEUU o la evolución del cambio euro-dólar en la segunda mitad del año.

Además, preveíamos que la complicada situación económica y sociopolítica por la que atravesaban y atraviesan algunos países que se han convertido en mercados importantes para la aceituna de mesa de España, como es el caso de Rusia y Ucrania o Venezuela en menor medida, también nos iba a afectar. Y efectivamente así ha sido, aunque el volumen de exportación se ha mantenido en un nivel alto. Según los datos de la Dirección General de Aduanas, en 2015 se han exportado 346,1 millones de kilos frente a los 365 de 2014. Sin embargo, hay que destacar que, aunque ha descendido en volumen, se ha aumentado en valor, llegando a la cifra récord de 713,6 millones de euros. Una cantidad que demuestra la importante aportación en ingreso de divisas y creación de empleo y riqueza de una industria que comercializa en el exterior el 65,6% de sus ventas, llegando a más de 120 países y liderando los mercados internacionales.

En cuanto a los destinos, y según datos de la Dirección General de Asemesa y Aduanas, las exportaciones a la zona comprendida por EEUU, Puerto Rico, Canadá y México son las únicas que han aumentado, con un 9,81% con respecto a 2014, mientras que en Rusia y los países del Este el descenso ha sido del 29,96% y en la zona Centro-Sudamérica del 36,33%. La devaluación del rublo en Rusia y su crisis económico-financiera han tenido mucho que ver en el descenso del consumo y, consecuentemente, de las exportaciones a esta importante área, al igual que ocurre en Venezuela. Por otro lado, Brasil elevó muchísimo sus importaciones de aceituna de España en 2014 debido a la falta de cosecha en Argentina, que es su proveedora natural, cosa que no ha ocurrido durante 2015 aunque el volumen exportado sigue siendo importante y se han ganado posiciones en el mercado de aceitunas ya envasadas desde España.

Por países, EEUU sigue siendo el principal comprador de aceitunas de España, con el 24,9% del total de las exportaciones, seguido por Italia con un 9,7%, Francia y Alemania con un 7,6% y Arabia Saudí con 5,3%.

En este contexto, España sigue siendo el primer país exportador de aceituna de mesa, seguido a gran distancia por Egipto, Marruecos, Turquía y Grecia. El buen hacer de nuestros empresarios es el responsable del tradicional liderazgo de la aceituna de España, pero tampoco podemos olvidar los esfuerzos promocionales del sector a través de su Interprofesional. Así, durante 2015, se realizaron actividades en Polonia, Rusia, Reino Unido, Francia, España, EEUU e India gracias a un presupuesto de 4,9 millones.

En cuanto al mercado nacional, podemos que decir con optimismo que, tras años estancado, crecía un 4,4% en 2014 y que en 2015 ha vuelto a experimentar una subida del 2,3%. En total, y según datos de la AICA correspondientes al año natural, en 2015 se comercializaron en España 182,1 millones de kilos, de los cuales el 70% fueron de tipo verde y el resto negras. A diferencia de las exportaciones, en las que la variedad más importante en volumen fue la hojiblanca, en el mercado nacional sigue siendo la manzanilla.

Si hablamos de producción, España también sigue siendo el primer productor de aceituna de mesa del mundo con una media de 530.000 toneladas, lo que representa el 21% de la producción mundial. Detrás vienen Egipto, Turquía, Argelia, Grecia, Siria y Marruecos. Conviene destacar que aunque seguimos siendo el primer productor, en los últimos años hemos perdido peso, representando ya sólo el 22% cuando llegamos a suponer el 40%. Casi todos los países mencionados han incrementado su producción sumándose a otros competidores tradicionales.

Precisamente, esta pérdida de peso tanto en la producción mundial como en la cuota de mercado es uno de los problemas a los que se enfrenta sector, que también se ve amenazado por otro de índole estructural. Es el caso de los altos costes de producción de las variedades más tradicionales, por lo que se hace necesaria la mecanización para conseguir que toda la cadena de producción sea competitiva.

Otros de los temas que preocupan son los proyectos de Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) de la manzanilla y la gordal de Sevilla, ya que se intentan apropiar de derechos y denominaciones que son de uso general y habitual por todos, no están justificadas ni son la solución a los problemas de dichas variedades, por lo que Asemesa ha solicitado a la Consejería de Agricultura que reflexione la conveniencia de aprobar unos proyectos que cuentan con muy poco apoyo incluso dentro de la parte del sector de dichas variedades.

El futuro de la aceituna de mesa y de todas sus variedades depende de centrar bien los problemas estructurales y encontrar soluciones pensando a largo plazo y no mediante proyectos localistas que crean expectativas infundadas, mientras se siguen sin afrontar las reformas necesarias de una parte del olivar que sigue perdiendo terreno al ser menos competitivo por sus altos costes.

Del esfuerzo de todos, del trabajo bien hecho, dependerá el futuro de uno de los sectores exportadores más importantes del ámbito agroalimentario español. Ése es nuestro desafío.

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